Inspiración De Gracia
…
dando gracias al Padre que nos hizo aptos para participar de la herencia de los
santos en luz. Colosenses
1:12, RVR60
Hace varios años, tuve el privilegio
de aconsejar a una de las amigas cercanas de mi esposa. La amiga de Wendy era una joven cristiana que
asistía a otra iglesia. Durante la cena,
compartió que uno de sus líderes espirituales le había dicho que la vida
cristiana era difícil y que ella tenía que sufrir por el Señor y pagar sus
deudas. Le dijeron que tenía que
trabajar duro, orar mucho y asegurarse de leer la Biblia todos los días para
que Dios estuviera complacido con ella.
Una vez que ella compartió todo eso con nosotros, yo sentí
que era mi responsabilidad darle las buenas noticias. Entonces le compartí que nosotros no leemos la
Biblia porque queremos calificar para las bendiciones de Dios. Nosotros leemos la Biblia para conocer nuestras bendiciones y herencia en Cristo.
¿Ves la diferencia? Le dije que si yo dejaba de leer la Biblia
durante algunos días, no debería sentirme
culpable; yo debería sentir hambre.
Dios no está complacido con nosotros debido a que
cumplimos las condiciones de leer la Biblia, hacer oraciones largas y pagar nuestras
deudas. ¡No, absolutamente no! Él está complacido con nosotros porque nuestra confianza está en Jesús,
quien nos calificó.
La Biblia nunca dijo que son nuestras obras las que nos
califican o nos hacen aptos. La
escritura de hoy dice, “dando gracias al
Padre que nos hizo aptos para participar de la herencia de los santos en luz.”
Es el Padre quien nos ha hecho aptos y Él nos hizo aptos, al
enviar a Su Hijo para salvarnos. Él nos hizo aptos para ser partícipes de Su
favor, Su sanidad, Su provisión, Su amor, Su gozo, Su paz y Su bienestar. Todas estas bendiciones son herencia de los
santos, compradas con la sangre de Jesucristo. Nosotros participamos de nuestra herencia
dando gracias al Padre por enviar a Su Hijo.
Compartí con esta dama que ella puede despertarse todos
los días y decir: “Padre, te agradezco que me hayas hecho apta para caminar en
victoria, sanidad y provisión.” Le dije
que ella no debería devanarse el cerebro preguntándose qué debería hacer para calificar o ser apta para la
bondad de Dios. ¡Su bondad ya es suya!
Hay demasiadas enseñanzas hoy en día que dicen a los
creyentes lo que ellos deben hacer para calificar para esto y aquello. El camino de Dios es que nosotros sepamos que por medio de Jesús, ya estamos
calificados, ya somos aptos.
Al final de la cena, le dije: “Pon a prueba todo lo que he
compartido contigo acerca de la bondad de Dios, Su gracia y la obra de Jesús en
la cruz, contra lo que te han enseñado. ¿Qué
produce paz en tu corazón? El gozo y la
paz son las marcas registradas del reino de Dios. Dios no es el autor de la confusión.”
Ella reflexionó en lo que yo había compartido con ella y
dijo: “Si bien es posible que yo no entienda todo acerca de Jesús porque soy una
bebé cristiana, yo sé que todo lo que has compartido ha producido una gran paz
y gozo en mi corazón.”
Déjame hacerte la misma pregunta hoy: ¿qué produce más paz
y gozo en tu corazón —saber que Dios nunca más te castigará y condenará por tus
pecados porque Jesús ya fue castigado y condenado por ti o escuchar que Dios
está algunas veces contento pero otras veces enojado contigo, dependiendo de
cómo tú te comportes?
Amado, la respuesta se encuentra en Jesús y Su obra terminada. Se
encuentra en Su gracia, no en tus
propias obras. Al tratar de calificarte o
ser apto hoy para las bendiciones de Dios con toda tu lectura de la Biblia, tu
tiempo de oración y tu trabajo duro, le estás pidiendo a Él que te evalúe y te juzgue
de acuerdo con tu bondad y
fidelidad.
¿Es eso lo que realmente quieres? Si no, ¡entonces comienza a poner tu confianza
en la obra terminada de Cristo hoy y disfruta de la paz, el gozo y todas las
bendiciones que fluyen de Su amor incondicional por ti!
Viendo a través de los ojos de la fe,
Joseph Prince
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