1a Pedro 5:8-9
Sed de espíritu sobrio, estad alerta. Vuestro adversario, el diablo, anda al acecho como león rugiente, buscando a quien devorar. Pero resistidle firmes en la fe...
Cuando yo era un adolescente, se me enseñó que si yo quería resitir al
diablo, tenía que reprenderle. Así que,
cuando un pensamiento malvado venía a mi mente, o yo era tentado, me hallaba a
mí mismo diciéndo: "¡Te resisto, diablo en el nombre de Jesús! ¡Te ato,
diablo! ¡Vete
lejos de mi, diablo! ¡Te reprendo en el
nombre de Jesús!"
Esto siguió así, hasta que Dios me mostró un día que aunque yo había
"resistido" al diablo, ¡yo había pasado más tiempo hablando con él,
que con Dios! Yo estaba viviendo más
consciente del diablo, que de Dios, a lo largo del día.
Revisé la Palabra de Dios y me di cuenta de que resistimos al diablo, no
al enfocarnos en resistirle, sino al ser establecidos en la fe de que hemos sido hechos justos con Dios por medio de la
sangre de Jesús, de que somos la justicia de Dios en Cristo (2a
Corintios 5:21).
Si, el diablo continuará recordándote tus errores, tus faltas y tus
pecados. Y te dirá que a causa de esas
cosas, tú no puedes recibir tu sanidad, que tienes que pagar por tus errores, o
que algo malo le sucederá a tu familia. Él
te acusará, te condenará y tratará de persuadir tu corazón para creer que él
puede hacerte cosas malas.
Pero la verdad es que el diablo no puede imponer nada en tu vida, si no
ha persuadido a tu corazón. Y tu corazón
no puede ser persuadido si está "firme en la fe", si está establecido
en la justicia. Dios dice que una vez tú
estás establecido en justicia, "En justicia serás establecida. Estarás
lejos de la opresión, pues no temerás, y del terror, pues no se acercará a
ti" (Isaías 54:14).
Así que, ahora que mi corazón está establecido en justicia, yo puedo
declarar con confianza: "Si, yo puede que tenga esos problemas en mi vida,
pero yo no soy culpable a los ojos de Dios.
A los ojos de Dios yo soy justificado por fe, a causa de lo que Cristo
ha hecho. ¡Yo soy justo por la sangre de
Cristo!" Mi amigo, ¡así es como se
resiste al diablo y te haces
indevorable!
Pensamiento
Del Día
Nosotros resistimos al diablo, no al enfocarnos en resistirle, sino al
permanecer firmes en la fe de que somos la justicia de Dios en Cristo.
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