Isaías 28:11-12
En verdad,
con tartamudez de labios y en lengua extranjera, Él hablará a este pueblo, al cual había dicho: “Aquí hay reposo, dad reposo al cansado;” y: “Aquí
hay descanso”...
Para
contrarrestar el estrés, muchas personas recurren al tabaco, al alcohol o a los
tranquilizantes. Estas cosas, además de
tener efectos secundarios dañinos, son costosas y a menudo conducen a
adicciones.
Dios
tiene algo mejor para nosotros. Es
poderoso, no nos cuesta nada y no tiene efectos secundarios dañinos. Él lo llama, “el reposo” y “el descanso”. ¿A qué se está refiriendo Él? Hablando en
lenguas —“En verdad, con tartamudez de labios y en lengua extranjera…”
Uno de
los miembros de nuestra iglesia estaba bajo medicación durante nueve largos
años, por una hueste de problemas: depresión severa, pensamientos suicidas,
insomnio, sinusitis crónica, gastritis y ataques de pánico. Cada día, él tenía que tomar 30 pastillas
para mantener esas condiciones bajo control.
Él
sufría de una terrible sinusitis que tenía que visitar regularmente el
hospital, para que le drenaran las mucosidades.
No podía dormir mucho —a lo máximo tres horas— incluso con pastillas
para dormir. Y debido a sus ataques de
pánico, no podía ir a trabajar y raramente dejaba su casa. Su esposa tenía que cuidar de él y de sus
tres hijos. Los efectos secundarios de
los medicamentos a largo plazo, también causaron que físicamente incrementara
su peso y medidas.
Un
día, él sintió a Dios impulsándolo a orar en lenguas tantas veces como
pudiera. Él obedeció. En el momento en que comenzó a orar en
lenguas, incluso si solo fueron unas pocas sílabas, él sintió reposo, una
paz. Esto lo animó a orar más en
lenguas. Y mientras más él oraba en
lenguas, más reposo y paz sentía.
Sus
senos respiratorios comenzaron a limpiarse y también fue sanado de la gastritis. Lentamente, sus temores y ataques de pánico
lo dejaron también. ¡Él además comenzó a
tener calidad de sueño sin las pastillas para dormir! El Señor incluso le enseñó como tenía que
alimentarse —dos comidas al día, pero que comiera lo que él quisiera. ¡Hoy, él está de vuelta en su peso normal!
A
través de orar en lenguas regularmente, Dios liberó a este hombre de esa hueste
de enfermedades que él había tenido durante largo tiempo. Mi amigo, este es el reposo y el descanso que
Dios nos ha prometido. Así que, ¡comienza
a orar en lenguas regularmente, y permite que Su reposo y paz, saturen tu ser
por completo!
Pensamiento Del Día
Ora en
lenguas regularmente y permite que el reposo y la paz de Dios saturen tu ser
por completo.
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