Además,
el Espíritu Santo nos ayuda en nuestra debilidad. Por ejemplo, nosotros no
sabemos qué quiere Dios que le pidamos en oración, pero el Espíritu Santo ora
por nosotros con gemidos que no pueden expresarse con palabras. Y el
Padre, quien conoce cada corazón, sabe lo que el Espíritu dice, porque el
Espíritu intercede por nosotros, los creyentes, en armonía con la voluntad
de Dios. Y sabemos que Dios hace que todas las cosas
cooperen para el bien de los que lo aman y son llamados según el propósito
que Él tiene para ellos.
Romanos 8:26-28
Algunas veces, cuando nuestra sanidad no llega,
nosotros ya no sabemos por qué más orar.
Hemos orado desde cada ángulo que conocemos, usando todas las escrituras
que sabemos y aún así, no parece haber ningún rompimiento.
Quiero que sepas que Dios nos ha dado un arma que va a romper y a derribar todas las
barreras. Es orar en lenguas. Cuando
no sabes qué orar, ora en el Espíritu
Santo y permítele a Él interceder por ti.
Él conoce exactamente cuál es el problema y cuál es la mejor
solución. Él no solo intercede por ti en armonía con la voluntad de Dios,
sino que, ¡Él también dará descanso a tu
alma fatigada! (Isaías 28:11-12)
Mi amigo, permite al Espíritu Santo interceder por
ti, ¡y observa a Dios hacer que todas las cosas cooperen para el bien de tu
cuerpo y salud!
Viendo a través de los ojos de la fe,
Joseph Prince
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