Echando
la totalidad de tus preocupaciones [todas tus ansiedades, todas tus
inquietudes, todos tus problemas, de una vez por todas] sobre Él, porque Él
cuida de ti con afecto y se preocupa por ti vigilante.
1 Pedro 5:7, AMP
Cuando Jesús murió en la
cruz, Él desató todas las bendiciones de Dios para nuestras vidas. Desde
entonces las bendiciones de Dios han estado fluyendo desde Su trono hacia
nosotros. Estas bendiciones no pueden ser detenidas. La única manera de detenerlas es cuando nos preocupamos. Es por eso que Dios nos dice específicamente
que echemos o tiremos todas nuestras preocupaciones sobre Él.
Veras, cuando tú te preocupas acerca de un área
particular de tu vida, tu restringes la provisión de Dios para esa área. Ahora, Dios todavía está proveyendo la
bendición, ¡pero esta no está llegando porque tu preocupación está restringiendo la “tubería de distribución”! Puede que tú estés orando: “Oh Dios, por qué
no estás proveyendo para mí en esta área de mi vida?” Y Dios te dice: “Yo estoy proveyendo. Si tú la sueltas, entonces permitirás que Mi
provisión fluya hacia esa área.”
¿Por qué estás preocupado hoy? ¿Por no tener suficiente para tu provisión
diaria? ¿Por un síntoma de dolor en tu
cuerpo? ¿Por un error que
cometiste?
Amado, mira
el corazón y el amor del Padre por ti, mientras Él te invita a simplemente tirar
tus preocupaciones sobre Él. Su
Palabra nos dice que Él tiene cuidado de nosotros “afectuosamente” y “vigilante.”
Esto significa que nada escapa de
Su cuidado cuando se trata de tus necesidades. Así que, descansa
sabiendo que Él va a darte lo mejor de Sí, ¡y deja que Su provisión
abundante provea para cada transformación que necesitas!
Viendo a través de los ojos de la fe,
Joseph Prince
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