Así
que la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios.
Romanos 10:17
Déjame compartirte lo que escuchar y escuchar las buenas nuevas del evangelio hizo
por una estudiante de mi congregación.
A ésta estudiante le había ido mal en sus exámenes
de medio año, y perdió tres de las materias principales. Así que, sus padres comenzaron a poner mis
mensajes en su hogar y en su carro, tan a menudo como podían. Ellos compartieron conmigo que notaron un
cambio dramático en la actitud de la niña hacia sus estudios después de que
ella escuchara repetidamente los mensajes.
La niña comenzó a poner su
esperanza y su confianza en Dios, y la paz comenzó a reemplazar el estrés
de la escuela.
Seis meses después, en sus exámenes de fin de año,
para su deleite (y el de sus padres), ella sacó notas realmente buenas en esas
materia principales y recibió dos reconocimientos: uno por ser de las mejores
estudiantes de la clase, y otro por haber hecho el mejor progreso.
Amado, cualquiera que sea tu desafío hoy, ¡el escuchar continuamente el evangelio de
Jesús siempre te brindará fe y paz, y siempre te dirigirá al buen éxito!
Viendo a través de los ojos de la fe,
Joseph Prince
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