Pues mirad, hermanos, vuestra
vocación, que no sois muchos sabios según la carne, ni muchos poderosos, ni
muchos nobles; sino que lo necio del mundo escogió Dios, para avergonzar a los
sabios; y lo débil del mundo escogió Dios, para avergonzar a lo fuerte.
1 Corintios 1:26-27
Los caminos de Dios son a menudo opuestos a los
caminos del mundo. De acuerdo con 1 Corintios
1:26, “no sois muchos sabios según la
carne, ni muchos poderosos, ni muchos nobles.” ¿No es fascinante descubrir que mientras el
mundo ve con buenos ojos al sabio, poderoso y noble, Dios no lo hace? Veamos en
el siguiente versículo lo que Dios escoge: “lo necio del mundo escogió Dios, para
avergonzar a los sabios; y lo débil del mundo escogió Dios, para avergonzar
a lo fuerte.”
¿No es maravilloso?
Dios ha escogido a lo necio y a
lo débil como calificables para Sus bendiciones abundantes. Pero el versículo no dice que lo necio y lo
débil seguirá siendo necio y débil. En
cambio, por el favor inmerecido de Dios,
ellos avergonzarán a los llamados sabios y poderosos del mundo. En Sus
manos de gracia, lo necio y lo débil se convierten en más sabio y más poderoso
que lo sabio y poderoso del mundo.
Mi amigo, a
Dios le interesan tus triunfos. Aún
si no eres el más rápido, el más fuerte, el más sabio, el de mayor conocimiento
o el de más habilidades, Dios aún puede bendecirte con grandes triunfos cuando tú dependes de Su gracia. ¡Tú puedes ascender en el sistema de
meritocracia y sobrevivencia del más apto, a través de Su favor inmerecido,
injustificado, y gratuito!
Viendo a través de los
ojos de la fe,
Joseph
Prince
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