Medita En
El nombre del Señor es torre fuerte, a ella corre el justo y está a
salvo. (Proverbios 18:10)
Debido a la obra terminada de nuestro Señor Jesús, podemos
habitar “al abrigo del Altísimo”,
teniendo libre acceso a la presencia de nuestro Elyon, el Altísimo. (Sal.
91:1) Nosotros podemos “morar bajo la sombra del Omnipotente”,
o Shaddai.
Estos dos nombres hebreos de Dios —Elyon y Shaddai— en el primer versículo del Salmo 91, nos ayudan a poner
nuestros problemas en perspectiva, ¿no es así? Para nosotros, nuestras dificultades actuales
pueden parecer insuperables. Pero cuando
estamos descansando en la presencia del El
Elyon —Dios Altísimo, el creador
del cielo y de la tierra (ver Gén. 14:19)— y moramos bajo la sombra del El Shaddai —Dios Todopoderoso, el que es todo suficiente— ¡de pronto, nuestras
adversidades ya no parecen tan intimidantes!
Mi oración por ti es que tu perspectiva de Dios crezca cuando lo
veas a Él y Sus atributos en las Escrituras, y descubras el poder de Su Palabra viviente, como le pasó a Carina de Carolina
del Norte:
Mi nieto, Caylen,
nació prematuro por tres meses y pesó 1 lb con 7 oz. Estuvo en el hospital durante casi seis meses.
Nos dijeron que su tasa de supervivencia
era baja. Y que incluso si sobrevivía,
tendría retrasos importantes en su desarrollo.
En el momento de su
hospitalización, a su madre le preguntaron si tenía un versículo bíblico que
deseaba que se pusiera sobre la incubadora de su hijo. Ella les pidió el Salmo 91. Yo no sé si mi hija tenía idea del poder de poner
ese Salmo sobre la incubadora del bebé. Yo
misma no me di cuenta de lo poderoso que era hacerlo, hasta más tarde.
Caylen tuvo una
cirugía para su corazón y dos más para su estómago. El reaccionó bien en todas sus cirugías, tanto
que el médico comentó: “Yo no creo que él sepa que debe estar enfermo”.
Mi nieto ahora tiene
seis años, no tiene ningún retraso en su desarrollo y es avanzado en casi todas
las áreas. ¡Alabado sea el Señor!
Dios llevó al pequeño
Caylen a ese lugar secreto que es el abrigo del Altísimo, en donde él estaba a
salvo y recibió sanidad. Yo vi de
primera mano cómo el mundo no podía hacerle daño y él es ahora un testimonio andante
del poder y el amor de Dios.
Mi amigo, no hay duda
de que hay poder en la Palabra de Dios. ¡Hay poder sanador en la oración de protección
del Salmo 91! Y oro para que tú también permitas
que Su Palabra te fortalezca y te haga descansar en la protección y el poder de
nuestro El Elyon y El Shaddai.
Viendo a través de los
ojos de la fe,
Joseph Prince
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