Medita En
“No temas, porque los que están con nosotros son más que los que
están con ellos.” (2 Reyes 6:16)
En los días del profeta Eliseo, el rey de Siria tomó una
oportunidad para capturar a Eliseo que estaba en la ciudad de Dotán. Una noche, él movilizó a un gran ejército con
muchos carros y caballos para rodear la ciudad. Él estaba preparado para no correr el riesgo
de que el profeta escapara.
Temprano a la mañana siguiente en Dotán, cuando el criado de
Eliseo salió, vio las tropas, caballos y carros por todas partes. Él y Eliseo estaban completamente rodeados por
las fuerzas enemigas que intentaban matarlos. El criado entró en pánico y gritaba a Eliseo: “¡Ah, señor mío! ¿Qué haremos?” (2 Reyes
6:15)
Ponte en los zapatos del criado de Eliseo. Tú (y yo) probablemente habríamos estado aterrados
también. Pero aquí es en donde quiero
que prestes mucha atención, porque hay una verdad poderosa que quiero que entiendas.
Sin
vacilar y con calma, Eliseo le dijo a su criado: “No temas, porque los que están con nosotros son más que los que están
con ellos.” (2 Reyes 6:16)
Puedo imaginarme cómo se habrá sentido el criado. No había absolutamente nada de lógica en lo
que Eliseo acababa de decir. ¡Solo
estaban ellos dos contra todo un ejército! ¿Se habría vuelto loco su maestro?
Antes de que el criado entrara en un estado de pánico aún mayor,
Eliseo hizo una simple oración: “Oh
Señor, te ruego que abras sus ojos para que vea.” (2 Reyes 6:17) Y el Señor abrió los ojos del criado. Entonces
él vio que la ladera alrededor de ellos estaba llena de caballos
deslumbrantemente magníficos y carros de fuego. El ejército de ángeles de Dios los flanqueaba
por todos lados, ardiendo con la gloria, la belleza y la majestuosidad del
Altísimo. Mientras el criado se
maravillaba, se dio cuenta de que las fuerzas sirias estaban completamente empequeñecidas
por el ejército angelical.
¿Por qué el joven criado había tenido miedo mientras que Eliseo
no lo tuvo? La respuesta es esta: Ellos vieron
cosas diferentes. El joven criado vio al
gran ejército sirio. Pero Eliseo vio un
ejército aún más grande de ángeles
en carros de fuego. Eliseo tenía visión espiritual.
Mi querido lector,
¿confiarías las Escrituras anteriores al corazón? Si estás en una lucha constante con el temor,
medita en esta Escritura y fortalece tu corazón con esta promesa. Sea que te encuentres asediado por las deudas,
atacado por lo que los médicos llaman una enfermedad terminal o si estás
constantemente ansioso por la seguridad de tus hijos, recuerda este versículo
poderoso. El Dios de los ejércitos angelicales está contigo. ¡Ninguna arma formada contra ti prosperará”. (Ver
Isaías 54:17)
Viendo a través de los
ojos de la fe,
Joseph Prince
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