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viernes, 1 de febrero de 2019

Tus Temores Y Ansiedades Se Disipan En La Presencia De Dios

Medita En
Como cera se derritieron los montes ante la presencia del Señor, ante la presencia del Señor de toda la tierra.  (Salmos 97:5)
No importa dónde estés, el Señor está contigo.  Incluso en medio de tus temores, mientras estás solo en tu habitación, Él está contigo.  En el momento en que comiences a notar Su presencia y a cultivar Su presencia, todos tus miedos, ansiedades y preocupaciones van a derretirse como mantequilla en un día caluroso, o como dice el salmista David: “Como cera se derritieron los montes ante la presencia del Señor”.
No puedes mentalizarte para terminar con tu temor, ni mentalizarte para terminar con tu preocupación.  No puedes simplemente decirte a ti mismo: “Vamos, deja de preocuparte.  No hay nada de qué preocuparse.”  Eso simplemente no funciona.  La deuda seguirá viéndote a la cara y tus problemas seguirán siendo tan insuperables como siempre, sin importar cuánto te esfuerces por mentalizarte para animarte a ti mismo.  Eso es lo que el mundo está tratando de hacer, pero no funciona.  Se necesita la presencia del Señor para mantenerte libre de las preocupaciones.
Jesús no te está pidiendo que te mentalices para animarte y vivas en un estado de negación.  ¡De ninguna manera!  Él te está diciendo: “En medio de tu aflicción, Yo Soy tu escudo.  Yo Soy tu defensor.  Yo Soy tu fortaleza.  Yo Soy tu refugio.  Yo Soy tu provisión.  Yo Soy tu sanación.  Yo Soy tu proveedor.  Yo Soy tu paz.  Yo Soy tu alegría.  Yo Soy tu sabiduría.  Yo Soy tu fuerza.  ¡Yo Soy tu gloria y el que levanta tu cabeza!” (Salmos 3:3)  ¡Amén!  Él no te está pidiendo que finjas que los hechos no están allí.  ¡Él quiere que te des cuenta que EL ESTÁ ALLÍ CONTIGO!
Cuando sepas que Él está contigo y para ti, y pongas tus problemas en Sus poderosas manos, vas a comenzar a tener una estimación más precisa de cuán “grandes” son tus problemas.  Cuando estuvieron en tus manos, el peso y la carga de tus problemas pueden haberte aplastado.  ¡Pero cuando involucras a Jesús, los problemas que antes eran monumentales, se vuelven microscópicos contra la grandeza de Su amor y bondad hacia ti!
Hoy, al considerar todo lo que necesitas hacer y las expectativas puestas sobre ti, mira a Jesús allí contigo.  Él es tu provisión, sabiduría, paz y fortaleza.
Viendo a través de los ojos de la fe,
Joseph Prince

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