Inspiración De Gracia
Entonces Jesús, cuando hubo
tomado el vinagre, dijo: ¡Consumado es! E inclinando la cabeza, entregó el
espíritu. Juan 19:30
Veo a una nueva
generación del pueblo de Dios emergiendo a medida que la revolución de la
gracia recorre el mundo. La verdad es que solo la gracia, que se
encuentra en la persona de Jesucristo, puede llevarnos a la tierra prometida.
Moisés, quien
representa la ley, está muerto. (Josué 1:2) Y solo Josué (Yehowshua en
hebreo), un tipo de Cristo, puede llevarnos a la tierra
prometida. Nosotros no podemos entrar en ella basados en el pacto
mosaico obsoleto. No podemos heredarlo basados en nuestros esfuerzos
por ser justificados guardando perfectamente los Diez Mandamientos.
Nosotros solo
podemos heredarlo por medio de la fe en la gracia de nuestro Señor
Jesús. No es por nuestras obras que nosotros heredamos las promesas
de Dios, sino por la perfecta obra
terminada de Cristo.
¿Cómo se derrumbó
el muro de Jericó que se interponía entre el pueblo de Dios y la tierra
prometida? ¿Tuvo el pueblo de Dios que usar su propia fuerza para
derribar el muro? ¿Tuvieron ellos que luchar contra un
ejército? No, con solo el sonido de los cuernos de carnero y con un
gran grito, Dios hizo que el muro se
derrumbara.
El cuerno de
carnero es una hermosa imagen de la muerte de nuestro Señor
Jesús. El carnero tenía que morir para que se obtuviera el
cuerno. El sonido del cuerno de carnero es, por lo tanto, una
proclamación de la muerte y la obra terminada de nuestro Señor. En
la cruz, cuando Jesús pagó completamente por todos nuestros pecados con Su
sangre, Él proclamó: “¡Consumado es!”
Es la sangre derramada de Jesús lo que nos
saca del cautiverio y nos lleva a la tierra prometida. Lo que las
diez plagas de Moisés no pudieron hacer, lo hizo la sangre de
Jesús. Fue la sangre de Cristo, tipificada por la sangre del cordero
aplicada a los dinteles y postes de las puertas de las casas hebreas, lo que
hizo que Faraón, un tipo de Satanás, finalmente liberara al pueblo de Dios.
Dios arrojó Su
carta de triunfo —¡la sangre de Su
Hijo! Así que, fue Su Hijo, el verdadero Cordero de Dios, quien
los sacó de Egipto y también fue Su Hijo quien los llevó a la tierra
prometida. ¡Todo es Cristo y
solo Cristo!
¿Por qué los
milagros de Moisés no pudieron liberar al pueblo de Dios? Porque
fueron milagros de juicio. El juicio y la condenación no te
liberarán, solo el amor y la gracia de
nuestro Señor Jesús, quien derramó Su sangre en el Calvario por ti, puede
hacerlo.
Amigo, ¿estás
escuchando hoy acerca de los juicios de la ley o estás oyendo tocar el cuerno
de carnero? Uno condena y trae muerte, el otro libera y da vida. Uno hace que permanezcas en la
esclavitud del pecado y vivas una vida derrotada, el otro te da poder para liberarte y reinar en la vida.
¡Hoy, asegúrate de
estar escuchando el verdadero evangelio que hace que las ataduras y las
adicciones se derrumben y caigan como lo hicieron los muros de Jericó!
Viendo a través de
los ojos de la fe,
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