Inspiración De Gracia
Lámpara
es a mis pies Tu palabra, y luz para mi camino. Salmos 119:105
Derek es un empresario exitoso que
asiste a nuestra iglesia regularmente y tiene un testimonio increíble. Sin embargo, antes de experimentar su liberación,
la vida era desgarradora para él.
Todo comenzó una mañana cuando él leyó un artículo del
periódico sobre un hombre de su edad que había muerto repentinamente de un
ataque al corazón. Derek no podía
explicarlo, pero a partir de ese momento, fue como si el aire empezara a faltarle
y él comenzó a experimentar dificultades respiratorias. Sin que él lo supiera, el miedo había
comenzado a enroscarse alrededor de su corazón como una pitón.
Día a día, Derek empezó a experimentar todo tipo de
imaginaciones malignas sobre sí mismo siendo herido y muriendo mientras
realizaba las actividades más sencillas del día a día. Él sufrió episodios cada vez mayores de
ataques de ansiedad debilitantes mientras el miedo se apoderó de su corazón.
A medida que su opresión mental empeoraba y se convencía
de que él estaba gravemente enfermo mientras sus dificultades respiratorias aumentaban,
Derek se registró en un hospital, donde le dijeron que no era un problema
cardíaco sino un problema de ansiedad.
Fue entonces cuando a Derek le presentaron algunos de mis
mensajes y él comenzó a escucharlos una y otra vez. Él me dijo: “Tú dijiste que me enfocara en la
Palabra de Dios y no en mis problemas. ¡Y eso fue exactamente lo que hice! Yo comencé a apartarme de esos pensamientos
oscuros y a permitir que la luz de las
palabras de Jesús entrara en mi situación”.
El rompimiento de Derek comenzó cuando él encendió la luz de la Palabra de Dios, y permitió que esta brillara
sobre él y su situación. Uno de sus
versículos favoritos que le dio coraje y consuelo fue el Señor diciéndole: “Nunca
te dejaré ni te desampararé.” (Hebreos 13:5) Él declaraba este versículo cada vez que tenía
miedo y luego se decía a sí mismo: “El Señor es el que me ayuda; no temeré.”
(Hebreos 13:6)
Equipado con la Palabra de Dios, Derek comenzó a
reproducir las películas mentales correctas en su mente. Cada vez que llegaban los ataques de ansiedad
y las imaginaciones malvadas comenzaban a reproducirse en su mente, él manejaba
estas escrituras como un arma contra la
embestida del ataque de la serpiente.
Cuanto más él proclamaba: “Nunca te dejaré ni te desampararé. El Señor es el que me ayuda; no temeré,”
más comenzaba a aflojarse y a debilitarse el agarre de la serpiente. Él descubrió que podía respirar libremente de
nuevo y que su corazón ya no se sentía constreñido.
Fortalecido por la Palabra, él comenzó a ver que el Señor estaba con él siempre. Él comenzó a verse a sí mismo lleno de salud y
protegido de cualquier daño. Derek se
curó completamente y se liberó de todos sus miedos al comenzar a reemplazar las
películas mentales equivocadas que había estado reproduciendo en su mente por las correctas.
Amado, los pensamientos de Dios son más grandes que los
pensamientos del diablo. Su luz es más
grande que cualquier oscuridad. Tú le pondrás
fin a los días en los que el enemigo pueda usar el miedo para atormentarte y
manipular tus pensamientos, cuando tú, como Derek, enciendas la luz de la Palabra de Dios y permitas que esta brille sobre
ti y sobre cualquier situación negativa en la que te encuentres.
Deja que Su Palabra te ancle en Su amor, que fortalezca tu
corazón y pinte las imágenes correctas para tu liberación y un futuro
asombroso.
Viendo a través de los ojos de la fe,
Joseph Prince
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