Inspiración De Gracia
Pues
la ley por medio de Moisés fue dada, pero la gracia [favor inmerecido] y la
verdad vinieron por medio de Jesucristo. Juan
1:17, RVR60
¿Sabías
que Dios ve la gracia (favor
inmerecido) y la verdad como una y la
misma cosa? Nota en Juan 1:17 que la verdad está del mismo lado
que el favor inmerecido de Dios, y tanto la gracia (favor inmerecido) como la
verdad vinieron por medio de Jesucristo. Cuando
hice un estudio de este versículo en el griego original, encontré que en
realidad se está refiriendo a “la gracia y la verdad” como una unidad singular, ya que estas van
seguidas del verbo singular “vino”. En otras palabras, a
los ojos de Dios, la gracia y la verdad son sinónimos —el favor inmerecido es
la verdad y la verdad es el favor inmerecido.
A
veces, las personas me dicen cosas como: “Bien, es bueno que tú prediques la
gracia, pero también tenemos que hablarle a las personas acerca de la
verdad.” Esto hace que parezca que la gracia y la verdad son dos
cosas diferentes cuando, de hecho, estas son una y la misma. No se
puede separar la verdad de la gracia y la gracia de la verdad, ya que ambas están encarnadas en la persona de
Jesucristo. De hecho, sólo unos cuantos versículos antes que
este, Juan 1:14, refiriéndose a la persona de Jesús, dice: “Y el Verbo
se hizo carne, y habitó entre nosotros, y vimos Su gloria, gloria como del
unigénito del Padre, lleno de gracia [favor inmerecido] y de verdad.” La gracia y la verdad vinieron juntas a través de la
persona y el ministerio de Jesús. La gracia no es una doctrina
ni una enseñanza. La gracia es una Persona.
Esto
contrasta con el antiguo pacto de la ley, que fue dada por
medio de Moisés en el monte Sinaí. Podemos ver que Dios es muy
preciso al tratar con los dos pactos y no los mezcla. La gracia es
gracia y la ley es ley. La gracia vino por medio de Jesús mientras que la ley fue dada por medio de Moisés. Jesús no vino a darnos más
leyes. ¡Él vino a darnos Su
favor inmerecido, que es Su verdad! Sería un inmenso beneficio
para ti tener en mente cada vez que leas la palabra “gracia” en la Biblia,
traducirla como “favor inmerecido”, porque eso es lo que es.
Amigo,
“la gracia vino”. Una cosa es dar y otra cosa es que algo
venga. Verás, yo puedo enviarte un DVD de mi prédica en lugar de ir
(venir) a ti. Pero si yo voy
a ti, lo hago algo personal. La ley fue dada por Moisés, pero la gracia vino por Jesucristo. Todo
sistema de moralidad trata sobre el hombre intentando alcanzar a Dios con su
disciplina y sus buenas obras, pero en el cristianismo, ¡Dios bajó a donde nosotros estábamos para levantarnos hasta donde Él
está!
Viendo
a través de los ojos de la fe,
Joseph
Prince
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