Medite En
Cuando
oyó hablar de Jesús, se llegó a Él por detrás entre la multitud y tocó Su
manto. Porque decía: “Si tan sólo toco Sus ropas, sanaré.” Al instante la fuente de su sangre se secó, y
sintió en su cuerpo que estaba curada de su aflicción.
Marcos 5:27-29
“Yo no creo tener suficiente fe para ser
sanado.”
Amigo, no se
trata de que usted califique la cantidad de fe que tiene. Ese es asunto de Dios.
Todo lo que usted necesita hacer es simplemente ver lo misericordioso es Dios con
usted.
La mujer
con el flujo de sangre no iba por ahí diciendo: “Tengo que tener fe. Tengo que tener fe...” No, ella no estaba consciente de su fe (o su falta
de ella). Ella estaba consciente de
Jesús y Su bondad. ¿Cómo? Escuchó hablar de Jesús. Debe haber escuchado hablar todo sobre Su
bondad para con los enfermos y los oprimidos, y cómo Él sanó y liberó A TODOS.
Ella simplemente
vio a Jesús en Su gracia, y Jesús vio su fe y la afirmó –“Hija, tu fe te ha sanado.” Amado, solamente enfóquese en la gracia de
Jesús. Vea cómo Él sanó A TODOS sin excepción,
y manténgase escuchando de Su bondad!
Bendiciones,
Joseph Prince
Joseph Prince
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