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miércoles, 4 de septiembre de 2013

Renuncie A La Adulación, Exalte A Jesús



Medite En

Mi Dios eres Tú, y te alabaré; Dios mío, te exaltaré.
Salmo 118:28


Cuando el apóstol Pablo y Silas estaban en Filipos, una muchacha esclava poseída por un espíritu demoníaco de adivinación tuvo un encuentro con ellos.  Ella era un adivina que traía buenas ganancias a sus amos.  La muchacha, seguía a Pablo y a Silas dondequiera que iban, gritando: “Estos hombres son siervos del Dios Altísimo, quienes os anuncian el camino de salvación.” (Hechos 16:17).  Y esto lo hizo por muchos días.
Ahora, permítame preguntarle, ¿había algo de malo en lo que ella decía?  Ella estaba diciendo la verdad, ¿no es cierto?  Pablo y Silas eran de hecho siervos del Dios Altísimo, y ellos estaban anunciando el camino de salvación.  Pero quiero que vea esto: Por muchos días, la muchacha continuó diciendo: “Estos hombres son... Estos hombres son... Estos hombres son...”  Y esto molestó en gran medida a Pablo, tanto es así que echó al demonio fuera de ella (Hechos 16:18).  ¿Por qué estaba tan molesto Pablo?  Porque la muchacha estaba constantemente poniendo la atención sobre él y Silas.  El diablo siempre quiere que pongamos nuestra atención en el hombre, en lugar de Dios!
Amigo, si usted es del tipo de persona que se ve halagada fácilmente, la gente puede controlarle.  Todo lo que ellos tienen que hacer es decir algunas cosas agradables sobre usted y usted es influenciado para hacer lo que ellos quieran que haga.  Pero cuando usted es un apasionado por la gloria de Jesús, usted no puede ser movido por las alabanzas de los hombres.  Usted quiere solamente que Jesús reciba toda la gloria.
Así que, siempre apunte a las personas a Jesús.  Sólo Él merece toda la gloria.  Usted nunca será decepcionado si hace esto mi amigo –¡Dios se hará cargo de aquellos que exaltan a Su Hijo!

Bendiciones,
Joseph Prince


Hechos 16:16-18  16 Aconteció que mientras íbamos a la oración, nos salió al encuentro una muchacha que tenía espíritu de adivinación, la cual daba gran ganancia a sus amos, adivinando.  17 Esta, siguiendo a Pablo y a nosotros, daba voces, diciendo: Estos hombres son siervos del Dios Altísimo, quienes os anuncian el camino de salvación.  18 Y esto lo hacía por muchos días; mas desagradando a Pablo, éste se volvió y dijo al espíritu: Te mando en el nombre de Jesucristo, que salgas de ella. Y salió en aquella misma hora.


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