Medita En
Siete veces al día Te alabo, a causa
de Tus justos juicios.
Salmo 119:164
David tenía
el hábito de alabar a Dios siete
veces al día. Daniel desde joven tenía
el hábito de orar a Dios tres veces
al día. Jesús tenía el hábito de asistir a la sinagoga cada Sabbath
para leer la Palabra. Y la iglesia
primitiva tenía el hábito de reunirse
frecuentemente y compartir el pan.
Mi amigo, bien
sea meditar en la Palabra, orar o alabar a Dios, te animo a cultivar estos
hábitos piadosos. Estas no son sólo formas
a través de las cuales podrás disfrutar de la presencia de Dios, sino que
también te van a equipar para todas las batallas de la vida. Estas van a sostenerte y a librarte en los tiempos
de angustia.
Solo mira a Daniel. Cuando una nueva ley de
prohibía orar, él no entró en pánico, ni se mortificó, sino como era su
costumbre, continuó orando a Dios. Más tarde,
en un encuentro cercano y personal con un grupo de leones hambrientos, este
hábito hizo a Daniel muy consciente de la presencia de Dios en el lugar, tanto
que los leones no pudieron tocarlo! Hizo
esto con tanta firmeza que el rey fue movido a sacar de ahí a Daniel y lanzar a
sus enemigos a los leones en su lugar.
Amado,
permite que los hábitos piadosos hagan más profunda tu relación con Jesús –y triunfa
sobre cada problema con la fuerte conciencia de Su presencia y Su amor!
Bendiciones,
Joseph Prince
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