Medita En
Sed
más bien amables unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros, así como también Dios nos perdonó en Cristo.
Efesios 4:32
Una vez,
conocí a una señora cristiana vivaz de unos setenta años que parecía mucho más
joven de lo que era. Curioso, me decidí
a averiguar el secreto de su juventud. Mientras
hablábamos, me di cuenta que ella era una persona llevadera – esta feliz y bendita
señora no se tomaba las cosas a pecho cuando era ofendida y era rápida para
perdonar y dejar pasar esas cosas.
Ella me recordó
una invitación que Dios nos hace en Su Palabra: Se misericordioso y
perdonador. Mi amigo, Dios tiene en
mente tus mejores intereses cuando Él te dice que perdones y dejes pasar ese tipo de cosas. Él quiere que tú seas feliz y que
vivas una vida larga y saludable.
Alimentar un dolor o enojo contra alguien y guardar falta de perdón en
tu corazón no valen el que tu pierdas el gozo, la paz y la salud.
Amado, si
encuentras difícil perdonar a alguien, entonces mira a la cruz y ve cuan
perfectamente Dios ha dejado pasar cada uno de los pecados que tú has cometido
y cometerás alguna vez. Trae a Jesús
a tu situación de amargura. Cuando tú sepas
cuan perfectamente Él te ama y te ha perdonado, vas a ser capaz de perdonar a esa
persona también. Y cuanto más dejes
pasar las ofensas contra ti, menos poder tendrá el enemigo para incursionar en
tu mente, tu corazón y tu cuerpo. Así como la
dama que mencioné, tú vas a vivir una vida más feliz, más saludable y más larga,
¡con muchas menos arrugas y líneas de expresión!
Bendiciones,
Joseph Prince
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