Salmo 89:4
No quebrantaré Mi pacto, ni cambiaré la palabra de Mis labios.
Cuando Dios te promete algo, ¿tú lo tomas por Su Palabra? O como Abraham, le preguntas “¿Señor Dios, ¿cómo
puedo saber que lo heredaré?” (Génesis 15:8).
Dios no reprendió a Abraham por fallarle en no tomarlo por Su Palabra. Esa es la gracia abundante que Dios tiene
para Su pueblo. Él incluso bajó hasta el
nivel de fe de Abraham, e hizo algo para confirmarle a Abraham que Él siempre
cumpliría Sus promesas —Él hizo un pacto con Abraham (Génesis 15:9-17).
Dios no lo hizo por Su propio beneficio.
Dios es un Dios de Su Palabra. Él
no quebranta Su Palabra. Pero se
comprometió a Si Mismo en un pacto, debido a que Él sabía que Abraham
necesitaba saber en su corazón que Dios haría todo lo que le había prometido.
Al hombre le resulta difícil solo creer en palabras. Por ejemplo, cuando compras una casa, se
firma un contrato entre las dos partes, y se involucra a abogados. Tú necesitas un contrato porque no puedes
confiar en la palabra de la otra persona, y esa persona no puede confiar en tu
palabra tampoco.
De igual manera, a nosotros se nos hace difícil tomar a Dios por Su
Palabra. Así que, Dios hizo un pacto con
nosotros, no porque Él no pueda ser confiado, sino porque Él sabe que a
nosotros nos es difícil simplemente creer lo que Él dice. Dios sabe que el hombre se preguntaría: “¿Qué
si Dios se levanta del otro lado de Su cama mañana y decide fulminarme en vez
de bendecirme?”
Pero debido a que Dios ha hecho un nuevo pacto con nosotros, el cual se ha
establecido por la sangre de Su Hijo, nosotros, como Abraham, podemos no titubear
con incredulidad en cuanto a las promesas de Dios, sino ser fortalecidos en nuestra
fe, estando plenamente convencidos de que lo que Dios ha prometido, es poderoso
también para cumplirlo (Romanos 4:20-21). Nosotros tenemos la seguridad de que Dios no
se levantará un día y dirá: “Olvida el nuevo pacto. ¡Yo ahora quiero recordar tus pecados y
maldecirte en vez de bendecirte!”
Mi amigo, las bendiciones del nuevo pacto para ti están garantizadas porque
Dios se ha comprometido a Sí Mismo en el pacto.
¡Y él es un Dios guardador de pactos, que está deseoso y es más que
poderoso para hacer todo lo que Él te ha prometido!
Pensamiento Del Día
Debido a que Dios ha hecho un nuevo pacto con nosotros, establecido por la
sangre de Su Hijo, nosotros podemos estar plenamente convencidos de que Él hará
lo que ha prometido.
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