Efesios
6:10
Por lo
demás, fortaleceos en el Señor y en el poder de Su fuerza.
Cuando
tú dices: “Yo puedo manejar este problema por mí mismo, Señor,” Dios dice: “Ok, hazlo entonces.” Pero cuando dices: “¡Ayúdame
Señor! Te necesito. No puedo hacer esto por mi mismo,” Dios dice: “Bien, Yo estaba esperando a que
dijeras eso. Tú
no puedes, pero Yo puedo. ¡Ahora, observarme!” Así es como Dios es —Él ama cuando tú
dependes de Él.
Verás, cuando tú piensas que eres fuerte y que no
necesitas a Dios, Él no puede ayudarte.
Pero cuando tú lo necesitas y lo buscas, Él no va a dejarte débil y sin
ayuda. Él viene y se vuelve la fortaleza para tu vida. Él se convierte en el
rompimiento que tú necesitas.
Un
miembro de la iglesia con el hábito de fumar, vino a mí un día y dijo: “Pastor
Prince, por favor ore para que Dios me ayude.
Quiero parar mi hábito de fumar.”
Yo
simplemente le dije: “Tú no puedes, pero Dios puede.”
Él
respondió: “Si, yo se que yo no puedo.
Pero con la ayuda de Dios, voy a ser disciplinado y haré mi mejor esfuerzo
por dejar el hábito.”
Le
dije: “No, tú no puedes, pero Dios puede.”
Le repetí esto unas cuantas
veces, hasta que él se dio cuenta de que no sería su autodisciplina, ni su
fuerza de voluntad las que lo ayudarían a vencer su hábito de fumar, sino el
poder de Dios. Finalmente, él entendió
que la verdadera liberación de ese hábito destructivo no vendría por sus
propias fuerzas, sino por “[ser] fuerte en el Señor y en el poder de Su fuerza.”
Cuando
volví a verlo algunas semanas más tarde, él dijo: “Pastor Prince, desde ese
día, yo ni siquiera he intentado detenerme de fumar. Sino que cada vez que encendí un cigarro, le
dije a Dios; ‘Yo no puedo, pero Tu puedes.’
¡Entonces un día, las ansias por fumar se fueron! ¡Jesús me la liberado completamente de mi
esclavitud a la nicotina!” Este hombre
experimentó libertad verdadera, no solo la de una manera externa de disciplina
y fuerza de voluntad.
Así que,
cuando tú dices: “Yo puedo hacer algo al respecto,” tú estás todavía confiando
en tu fortaleza humana. Pero cuando le
dices a Dios: “Yo no puedo, pero Tú puedes,” estás aprovechando la fuente real
de tu fortaleza —Jesús. Y mientras descansas
en Su fuerza, ¡vas a ver Su poder manifestarse en tu vida!
Pensamiento Del Día
Mientras descansas en la
fortaleza de Dios, ¡vas a ver Su poder manifestarse en tu vida!
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