Pero El les
dijo: Yo tengo para comer una comida que vosotros no sabéis.
Juan
4:32
Cuando las personas ponen sus demandas sobre ti o hacen que estas
dependan de ti, tú resultas estresado, cansado e irritable. Pero este no es el caso de Jesús.
¡Cuando las personas toman de Él,
Él es fortalecido y renovado!
Después de todo, Jesús es Dios. Y tú honras
a Dios cuando ocupas tu lugar como hombre y dejas que Dios sea Dios, tomando de Él. Aquel que dijo: “Yo no he venido para ser servido, sino para servir” (Mateo 20:28), ama
que tú le permitas ministrarte.
La Biblia nos dice que cuando Jesús llegó a Sicar, Él estaba cansado del
camino y descansó junto a un pozo. Una
mujer samaritana pecadora, se acercó al pozo a sacar agua. Jesús la ministró y ella se retiró llena de gozo por la promesa de agua
viva. Los discípulos regresando con
comida para Jesús, lo encontraron ya
fortalecido y renovado. Cuando se
preguntaban quién le había dado comida mientras ellos estaban lejos, Él les
dijo: “Yo tengo para comer una comida que
vosotros no sabéis.” (Juan 4:1-42)
Hoy, cuando tú tomas de Jesús
y le permites ministrarte, para Él es “comida”
que lo “renueva” y “fortalece.”
Pero el permitirle a Jesús ministrarnos requiere humildad de nuestra parte.
Para nosotros es un orgullo
hacer cosas para el Señor. Queremos construir nuestros negocios, nuestras
familias y nuestros ministerios para Él.
Lo cual es bueno, ¡pero sin Jesús, estamos en bancarrota espiritual! Nosotros
realmente no tenemos nada que dar al
Señor y a Su obra. Lo que necesitamos
hacer primero es recibir de Él,
porque cuando recibimos libremente de Él, somos
capaces de dar libremente. (Mateo 10:8)
Mi amigo, Jesús quiere
ministrarte. No trates de ministrarte
a ti mismo. Eso es orgullo y justicia propia. Los fariseos de los días de Jesús, quienes
sentían que no lo necesitaban y que podían proveer para sí mismos, fueron los
primeros que no pudieron recibir de Él. Así que, trae a Él tus necesidades y dile: “Señor, yo necesito tomar de Ti. Presento mis necesidades ante Ti. Minístrame y cubre mis necesidades. Yo no puedo, pero Tú puedes. Gracias Señor.”
Viendo a través de los ojos de la fe,
Joseph Prince
Pensamiento
Del Día
Necesitamos
primero recibir de Jesús antes de ser capaces de dar libremente.
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