Cristo nos
redimió de la maldición de la ley, habiéndose hecho maldición por nosotros (porque escrito está: Maldito todo el que cuelga de un madero).
Gálatas 3:13
Muchos
creyentes probablemente saben que cuando Jesús
murió, nuestros pecados fueron
perdonados porque Él derramó Su
sangre. Sin el derramamiento de
sangre, no hay perdón de pecados.
(Efesios 1:7, Hebreos 9:22) Pero, ¿por
qué Jesús tuvo que morir en una cruz, si la pena capital de Israel durante el
tiempo de Cristo era la lapidación y no la crucifixión?
Jesús
fue colgado y muerto en la cruz porque
Él conocía la ley que dice que “el
colgado es maldito de Dios.”
(Deuteronomio 21:23) Él quería redimirnos de toda la maldición de la ley,
así que Él fue a la cruz “habiéndose hecho maldición por nosotros.” ¡Jesús tomó todas nuestras maldiciones en la cruz, para que nosotros podamos
tomar todas Sus bendiciones!
En el
momento en que tú recibiste a Jesús, toda maldición en tu vida fue destruida. Y la manera en que tú experimentas esto es
simplemente creyendo y confesando lo que Jesús hizo por ti.
Di: “Debido a Jesús, yo soy
bendecido.” Mientras más lo digas y lo
creas, más lo experimentarás.
Así que,
si hay un área en tu vida en la que te sientas oprimido, por ejemplo, una
condición en tu piel que se niega a sanar, di: “Cristo me ha redimido de esta
condición en mi piel. Yo me niego a ella
y la rechazo en el nombre de Jesús, ¡porque
por Sus heridas yo fui sanado!” (1ª Pedro 2:24) ¡Créelo y confiésalo hasta que lo veas!
“Pero
Pastor Prince, mi padre murió de cáncer.
Su padre murió de cáncer. Y mi doctor
me ha dicho que hay una probabilidad de que yo también pueda tenerlo. ¡Está en nuestra sangre!”
Mi
amigo, ¡la sangre de Cristo derramada en la cruz te ha redimido de toda maldición,
incluyendo enfermedades como el cáncer! En
la cruz, Dios puso la maldición del cáncer en
Jesús. Y Él Mismo puso todas las
bendiciones de Jesús en ti. Por lo tanto, ¡espera que únicamente las bendiciones de Jesús vengan sobre ti y
te alcancen!
Viendo a través de los ojos de la fe,
Joseph Prince
Pensamiento
Del Día
En el
momento en que tú recibiste a Jesús,
toda maldición en tu vida fue destruida.
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