… Ni
temáis al pueblo de esta tierra; porque nosotros los comeremos como pan; su
amparo se ha apartado de ellos, y con nosotros está Jehová; no los temáis.
Números 14:9
Los 12 hombres a quienes
Moisés envió a espiar la tierra prometida, vieron
todos, la misma cosa. Ellos vieron las mismas casas enormes, las
mismas uvas enormes, ¡y si, los mismos gigantes parados en su camino!
Pero a diferencia de los otros,
Josué y Caleb vieron a los gigantes como
pan. El resto vio a los gigantes como obstáculos insuperables e
imposibles. Como resultado, Josué
y Caleb fueron los únicos de su generación que entraron a la tierra prometida.
Cuando tú veas hoy a un
“gigante” en tus negocios, salud o ministerio, te reto a que lo veas como pan que solo puede
hacerte más fuerte. No corras asustado, sino enfrenta a tu gigante con la cabeza en alto
–¡sabiendo que tú estás armado con el
favor inmerecido del Señor y las promesas poderosas de tu Dios fiel!
Amado, medita en el
versículo de hoy. Permite que la
Palabra de Dios eche fuera toda timidez y te dé el mismo espíritu de fe que
Josué y Caleb tenían. ¡Cambia la forma en que te ves a ti mismo –no
como una pequeña langosta, sino como un
exterminador de gigantes– y camina hacia tu tierra prometida!
Viendo a través de los ojos de la fe,
Joseph Prince
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