Y sabemos que para los que aman a Dios, todas las
cosas cooperan para bien, esto es, para los que son
llamados conforme a Su propósito.
Romanos 8:28
¿Te sientes incomprendido y abandonado por las personas
que amas? ¿Has sido acusado falsamente y se te ha despojado de todo,
dejándote sin un centavo a tu nombre? Tal vez hoy sientas que has
golpeado el fondo y te preguntas si te volverás a levantar alguna vez.
José, que fue vendido a esclavitud por sus hermanos
(Génesis 37:28), pasó por todas estas emociones y experiencias. Aun así, él estaba consciente de que Dios
estaba en ello con él, en cada paso del camino. Aunque su vida era un “desastre”, él creía que no era un
accidente. Aunque las cosas que estaban sucediéndole no eran buenas, él
creía que Dios estaba haciendo que todas las cosas cooperaran para su
bien. Y de hecho era así —José eventualmente fue levantado para
ocupar la posición más poderosa en Egipto, la segunda, después del Faraón.
(Génesis 41:40)
Probablemente, esta
consciencia de que Dios estaba en ello con él, era la razón de que él perdonara
a sus hermanos cuando se encontró con ellos más adelante en su vida. José les dijo: “Ahora
pues, no os entristezcáis ni os pese el haberme vendido aquí; pues para
preservar vidas me envió Dios delante de vosotros”. (Génesis 45:5)
Así que, como José, cualquier cosa que estés
enfrentando hoy, se consciente de que
Dios está en ello contigo. Permanece
consciente de Jesús. Aunque puede que no tengas nada o no mucho ahora
en lo natural, ¡la verdad es que lo
tienes todo cuando tienes a Jesús!
El mismo Jesús que anduvo bendiciendo a unos con 12
cestas llenas de sobras de comida, el rompimiento de una red de pesca, el
hundimiento de una embarcación llena de peces, y quien nunca empobreció a
nadie, va a empoderarte para que
triunfes en la vida. El mismo Jesús que anduvo haciendo el bien, hará
que el bien explote en tu vida. El mismo Jesús que anduvo sanando al
enfermo y nunca le dio enfermedad a nadie, va a mantenerte en salud divina y va a protegerte
del mal.
Amado, debido a que “Jesucristo es el mismo ayer
y hoy y por los siglos” (Hebreos 13:8), así como Él estaba con José, Él está contigo justo ahora. ¡Y Él
va a empoderarte para vivir en el nivel superior —el de la vida
abundante, en el que vas a ver las promesas de Dios manifestarse!
Viendo a través de los ojos de la fe,
Joseph
Prince
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