Entonces quitaron la piedra. Jesús alzó los ojos a
lo alto, y dijo: “Padre, te doy gracias porque me has oído.”
Juan 11:41
Jesús vivió una vida de acción de gracias. Él siempre agradecía a Su Padre por lo que
tenía y por escucharlo siempre que oraba.
Fue así como Él liberó los
milagros en Su vida.
En la historia cuando
alimentó a los cinco mil (Juan 6:1-13), la actitud de Jesús fue de agradecimiento. Él tomó el almuerzo del muchacho, de cinco
panes y dos peces, dio gracias y los repartió. Él dio gracias por lo poco que tenía, y eso
que era poco se multiplicó. Las personas no solo comieron todo lo que
quisieron, sino que dejaron 12 cestas llenas de sobras.
Así que, cuando tú veas
lo poco con lo que cuentas en tu balance bancario, agradece al Señor por lo que tienes. Eso es tus “cinco panes y dos peces.” Cuando tú le das gracias porque Él es tu
proveedor y la fuente de tu provisión, en vez de lo poco que tienes, ¡eso que es poco se convertirá en mucho, y
aún con sobras!
Incluso cuando se
enfrentaba con lo imposible, la solución seguía siendo la misma: “Padre,
te agradezco…” Cuando Jesús se
paró fuera de la tumba de Lázaro, y las personas removieron la piedra que
cubría el sepulcro, Él no vio la
situación como algo sin esperanza e imposible. Él
simplemente alzó Sus ojos a lo alto, y dijo: “Padre, te doy gracias porque me has oído.” Entonces, Él procedió a llamar hacia afuera a
Lázaro, ¡y el hombre salió con vida otra vez!
La resurrección de
Lázaro, quien había estado muerto por más de cuatro días, fue uno de los más
grandes milagros de Jesús. Y Él logró
hacer esto diciendo: “Padre, te doy gracias porque me has oído.”
Él dio gracias mientras se dirigía a
hacer un asombroso milagro.
Mi amigo, la próxima vez
que te encuentres orando: “¡Dios, por favor haz esto por mi! Por favor dame…” ¡Detente!
En vez de eso, di: “Dios, te
agradezco por escucharme. Y debido a que
Tú me has escuchado, Te agradezco porque yo tengo lo que he pedido.” Y cuando tú agradezcas a Dios, lo poco que tú
tienes se va a multiplicar. Tus situaciones imposibles van a transformarse
para reflejar la provisión de Dios. ¡Y la resurrección a la vida te va a
alcanzar!
Viendo a través de los
ojos de la fe,
Joseph Prince
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