Danos hoy el pan nuestro de cada día.
Mateo 6:11
Los doctores han
descubierto que la preocupación, el estrés, el temor y la ansiedad pueden
causar úlceras estomacales, presión alta y otros problemas de salud. La Biblia dice que “el corazón alegre es buena
medicina, pero el espíritu quebrantado seca los huesos”. (Proverbios 17:22) Además, dice que Dios quiere que seamos prosperados en todo y tengamos buena salud, así
como prospera nuestra alma. (3 Juan 1:2)
Cuando nuestra iglesia
era mucho más pequeña, yo solía preocuparme mucho sobre mis sermones, semanas
antes de que tuviera que predicar. Yo
estaba tan estresado que desarrollé malestares en mi cuerpo. Dos doctores me revisaron en diferentes
oportunidades y hallaron que mi presión sanguínea estaba bastante alta. Otros exámenes encontraron trazas de sangre
en mi orina. Incluso tuve leves ataques
de pánico. Creo que el diablo estaba
tratando de terminar con mi ministerio y destruirme.
Pero alabado sea Dios, Él me liberó y me sanó, y me enseñó a no
preocuparme. Hoy, la iglesia es
muchísimo más grande y yo he aprendido por la gracia de Dios a no preocuparme. El versículo que me hizo libre fue: “Por
tanto, no os preocupéis por el día de mañana…” (Mateo 6:34) Verás, si tú te preocupas por el mañana,
¡estás tratando de vivir hoy el mañana!
Mi amigo, Dios no quiere que hagas eso.
Jesús nos enseñó a orar: “Danos
hoy el pan nuestro de cada día.”
Él no dijo: “Danos hoy nuestro pan de toda la semana.” Dios nos da el pan de cada día, no el de la
semana. Dios no da hoy el pan de
mañana. ¡Y el pan de hoy no es para
mañana!
Esto significa que Dios quiere que tú vivas este día y no te
preocupes por lo que sucederá o lo que tendrás que hacer mañana. Él te da suficiente gracia para hoy, no para
mañana.
“Pero Pastor Prince, ¡yo
tengo una presentación muy importante que hacer mañana!”
Amado, cuando el mañana llegue, el pan —provisión
y gracia— estará allí. Yo no estoy
defendiendo la pereza y la inactividad. Por todos los medios, haz tus tareas, pero no
te preocupes por ellas. Solo confía en Aquel que quiere que le
entregues a Él todas tus preocupaciones (1 Pedro 5:7), ¡y disfruta Su paz y Su vida hoy!
Viendo a través de los
ojos de la fe,
Joseph Prince
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