Inspiración De Gracia
Y que
arraigados y cimentados en amor, seáis capaces de comprender con todos los
santos cuál es la anchura, la longitud, la altura y la profundidad, y de
conocer el amor de Cristo que sobrepasa el conocimiento... Efesios 3:17-19
Amigo, si tú has recibido un
diagnóstico médico negativo, es natural que tengas miedo. Es normal sentir dudas, enojo, tristeza,
preocupación y condenación, e incluso “luchar con tus creencias cristianas.” El Señor no espera que tú nunca seas sacudido.
Pero en medio de tu tumulto de
emociones, mantén tus ojos en Jesús y sigue declarando Su obra terminada sobre
tu situación.
Tal vez en este momento tú estés enojado con Dios por
permitir que una enfermedad se arraigue en el cuerpo de un ser querido. Tal vez te sientes impotente porque sientes
como si estuvieras al margen y no hay nada que puedas hacer para aliviar el
sufrimiento. O tal vez tú mismo has sido
confinado en una cama de hospital y estás aterrorizado. Cada vez que te llevan en la silla de ruedas para
que te realicen más exámenes exploratorios, no sabes lo que los médicos encontrarán
y estás clamando: “Dios, ¿por qué me está pasando esto? ¿En dónde estás?”
Cuando estás observando los síntomas en tu cuerpo o en el
cuerpo de tu ser querido, cuando parece que has orado con todo tu corazón y aun
así la enfermedad persiste, sé que es difícil creer que Dios puede sanar. O tal vez tú crees que Él puede sanar, pero
dudas que Él quiera hacerlo.
Quizás has perdido la esperanza porque piensas que si Él
quisiera sanarte a ti o a tu ser querido, ya lo habría hecho. Si así es como te sientes ahora mismo, te
animo a que te alimentes de Su amor por
ti. Las dudas en tu mente pueden
estar gritando tan fuerte que incluso resulta difícil para ti continuar creyendo
en Él.
Pero oro para que puedas tener una nueva visión de la
anchura, la longitud, la profundidad y la altura del amor de tu Salvador por ti.
(Efesios 3:18-19) Oro para que incluso
cuando tu mente no pueda entenderlo, tu corazón esté arraigado y establecido en
Su amor por ti. Cuando estés bien
establecido en Su amor, verás que Él hace mucho más abundante de lo que pedimos
o pensamos. (Efesios 3:20)
No permitas que el enemigo haga tambalear tu fe. No permitas que el enemigo te venda más
mentiras. Él es un enemigo derrotado y
cualquier mal que él procure contra ti, Dios lo cambiará para tu bien y para Su
gloria.
La Palabra de Dios declara que “ningún arma forjada contra ti
prosperará.” (Isa. 54:17)
Incluso si el enemigo ha forjado alguna arma de enfermedad contra ti, descansa
confiando en que esta no tiene poder para prevalecer contra ti.
Viendo a través de los ojos de la fe,
Joseph Prince
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