Inspiración De Gracia
¡Den
gracias al Señor, porque Él es bueno! Su fiel amor perdura para siempre. Salmos 118:1, NTV
Hace años, estaba sentado en mi sala,
simplemente pasando tiempo en la Palabra, cuando el Señor me habló y me dijo:
“Hijo, estudia el viaje de los hijos de Israel desde Egipto hasta el Monte
Sinaí, porque esta es una imagen de gracia pura. Ni un solo israelita murió durante este
período, a pesar de que ellos murmuraron y se quejaron”.
Nunca había escuchado a nadie predicar eso antes ni lo
había leído en ningún libro. Así que,
febrilmente busqué en esa porción de las Escrituras tratando de encontrar a
alguien que hubiera muerto, ¡para poder probar que Dios estaba equivocado! ¿Has estado allí antes, tratando de probar que
Dios estaba equivocado? Bueno, no se
puede tener éxito en eso, de hecho, yo no pude encontrar ningún israelita que muriera
a pesar de que ellos murmuraron y se quejaron.
Dios había rescatado a los hijos de Israel de sus amos
esclavos egipcios realizando grandes señales y prodigios, sin embargo, los
hijos de Israel no lo honraron, y murmuraron y se quejaron una y otra vez.
Cuando el ejército egipcio se les acercó por detrás retumbando
y el Mar Rojo estaba delante de ellos, los israelitas clamaron a Moisés
diciendo: ¿Acaso no había sepulcros en
Egipto para que nos sacaras a morir en el desierto? ¿Por qué nos has tratado de esta manera,
sacándonos de Egipto?” (Éxodo 14:11)
Esa fue una queja contra Dios, y murmurar y quejarse son
pecados. Pero, ¿cuál fue la respuesta de
Dios? Él abrió el Mar Rojo y ellos cruzaron
sobre tierra seca hacia el otro lado, a salvo de sus enemigos.
Entonces, incluso después de que Dios los había llevado
sanos y salvos al otro lado del mar, ellos se quejaron de las aguas amargas de
Mara. ¿Cuál fue la respuesta de Dios? Él convirtió en dulces esas aguas amargas.
(Éxodo 15:23-25) En el desierto, ellos murmuraron
contra Moisés cuando tuvieron hambre.
¿Cuál fue la respuesta de Dios? Llovió pan del cielo. (Éxodo 16:2-4) Pero aún así, los hijos de Israel se quejaron.
Cuando ya no hubo agua, ellos contendieron
contra Moisés, diciendo: “¿Por qué nos
has hecho subir de Egipto para matarnos de sed a nosotros, a nuestros hijos y a
nuestros ganados?” (Éxodo 17:3) ¿Cuál fue la respuesta de Dios? Él hizo brotar agua de la peña.
Cada vez que los hijos de Israel murmuraban y se quejaban,
eso solo producía nuevas demostraciones del favor, la provisión y la bondad de
Dios. ¿Por qué? Porque durante ese período, las bendiciones y
provisiones que ellos recibieron no dependían de su obediencia o bondad. Ellos estaban dependiendo de la bondad de Dios
y Su fidelidad al pacto abrahámico (Éxodo 2:24), que era un pacto de gracia.
¿Puedes ver lo que el Señor me estaba mostrando? El viaje de los israelitas desde Egipto al
Sinaí era una imagen de gracia pura.
Sus bendiciones no dependían de su
bondad sino de Su bondad, tampoco de
su fidelidad sino de Su fidelidad. Antes de que los Diez Mandamientos fueran
dados, ellos estaban bajo la gracia y nadie era castigado incluso cuando
fallaban. Pero inmediatamente después de
que se dictó la ley (Éxodo 20), fallara a ella resultó en un castigo.
Amado, la buena noticia es que nosotros ya no estamos bajo
el antiguo pacto de la ley. Nosotros hemos
sido liberados de la ley por la muerte de Jesús en la cruz. Gracias a Jesucristo, nosotros ahora estamos
bajo el nuevo pacto de la gracia. Esto
significa que hoy, Dios no nos evalúa ni nos bendice basado en nuestro comportamiento,
sino en Su bondad y fidelidad.
Si has estado luchando con una situación difícil durante
algún tiempo, mira más allá de ti mismo, tus errores, tus carencias y tus
imperfecciones. En cambio, mira y da
gracias por la gracia pura que Dios te extiende hoy debido a la obra terminada
de Su Hijo. Busca que tu confianza y seguridad
no estén arraigadas en tu comportamiento imperfecto, sino en Su constante e inamovibles bondad, amor
y favor inmerecido, que no has ganado y del cual no eres digno, y mira cómo Él provee
todo lo que tú necesitas.
Viendo a través de los ojos de la fe,
Joseph Prince
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