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miércoles, 3 de junio de 2015

Por Nada Estés Preocupado

Filipenses 4:6-7
Por nada estéis afanosos; antes bien, en todo, mediante oración y súplica con acción de gracias, sean dadas a conocer vuestras peticiones delante de Dios.  Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestras mentes en Cristo Jesús.
Cuando nos enfrentamos a un desafío o crisis, nuestra tendencia es volvernos totalmente ansiosos al respecto.  Pero Dios no quiere que reaccionemos de esta manera.  Él no quiere que estemos afanados, ansiosos o preocupados respecto a nada.  En cambio, cualquiera que sea el problema, Él quiere que vayamos a Él en oración y súplica, diciéndole lo que necesitamos y dándole gracias por Su respuesta.  Cuando hacemos esto, Su paz, que sobrepasa todo entendimiento, guardará nuestros corazones y nuestras mentes de todas las preocupaciones, ansiedades y temores.
“Pastor Prince, es fácil para usted decir: ‘Por nada estés preocupado.’  Trate de vivir con mi esposo por un día.  Trate de disciplinar a mi adolescente rebelde.  ¡Mire el balance en mi cuenta de banco!   ¿Cómo puedo no estar preocupado?
¡Permíteme!  No soy yo quien dice: “Por nada estés preocupado.”  Lo dijo el apóstol Pablo.  Sin embargo, tampoco fue él —él fue impulsado por el Espíritu Santo.  Y cuando Pablo escribió esto, él era prisionero bajo arresto domiciliario en Roma.  Había sido enviado a Roma porque había apelado a César con respecto a su sentencia de muerte.  Los judíos en Jerusalén querían que fuera muerto (Hechos 28:16-20).
Aún así, bajo esas condiciones de prueba, él escribió estas palabras: “Por nada estés ansioso, más bien, en todo, mediante oración y súplica, con acción de gracias, da a conocer tus peticiones delante de Dios.”
Mi amigo, si tú estás ansioso o preocupado por algo, recuerda estas palabras.  Digamos que estás preocupado respecto a una gran deuda.  Ve al Señor y ora: “Señor Jesús, yo ya no quiero estar ansioso por este problema.  Lo dejo en Tus manos y te pido por una cancelación sobrenatural de esta deuda.  Está bajo T u cuidado ahora.  Tú estás a cargo.  Te doy gracias por tomar el control de esto.”
Dios es fiel a Su Palabra.  Mientras tú haces esta oración y entregas tu cuidado a Él, vas a darte cuenta que Su paz lleva a tu corazón y a tu mente al descanso.  Así que, no te preocupes por nada —permite que Aquel para quien nada es imposible, tenga cuidado de esa situación en tu lugar!
Pensamiento Del Día

Entrega tu cuidado a Dios en oración, y deja que Su paz lleve a tu corazón y a tu mente al descanso.


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