2ª Pedro
3:18
… Creced en
la gracia y el conocimiento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo...
En el
Antiguo Testamento, tres tipos de holocaustos eran presentados a Dios. Yo creo que los ricos presentaban ofrendas de
ganado (Levítico 1:3), los no tan ricos presentaban corderos o cabras (Levítico
1:10), y los pobres presentaban tórtolas o pichones (Levítico 1:14). A pesar de las diferencias de tamaño y valor,
todas estas ofrendas encendidas eran aceptadas como aroma agradable por el
Señor (Levítico 1:9, 13, 17).
Estos
holocaustos hablaban de Jesús y Su perfecta obra en la cruz. Hoy, presentar una ofrenda “rica” significa
que tú tienes una gran revelación de Jesús y Su obra terminada. Presentar una ofrenda “no tan rica” significa
que tú tienes una menor revelación de Jesús y
Su obra terminada. Pero cualquiera
que sea el tamaño de la revelación que tú tienes de Jesús, Dios te acepta de
igual manera, porque Jesús es la única medida de tu aceptación delante de Dios.
Sin
embargo, Dios quiere que tú crezcas en tu revelación de Jesús porque tu bienestar
depende de eso. Antes de aquella primera
noche de Pascua, todos los hijos de Israel habían recibido la misma Palabra de
Dios —“cuando Yo vea la sangre, pasaré sobre vosotros” (Éxodo 12:13). Pero yo creo que algunos hogares vivieron esa
noche temblando de miedo mientras escuchaban los fuertes lamentos fuera de sus
casas, mientras que otros hogares descansaron en la Palabra de Dios, comieron
su cordero pascual y pasaron la noche regocijándose en Su protección,
liberación y amor por ellos.
Verás,
siempre y cuando los hogares quedaran bajo la sangre, todos ellos serían
salvados, ¡temblando o no! Pero cuando
ellos no tuvieron la revelación del poder de la sangre para salvarlos del
destructor, el temor vino a pesar de que la sangre era válida para ellos. De la misma manera, Dios no quiere que mientras
pasas por tiempos difíciles tú luches con el temor, la aprensión y el
estrés. Él quiere que tú disfrutes y
descanses en una mayor revelación de Jesús como tu libertador y salvador.
En 2ª Pedro
1:2, dice: “Gracia y paz te sean multiplicadas…” Dios quiere que tú experimentes más de Su
gracia y paz en tu vida. ¿Cómo? El versículo continua: “… en el conocimiento
de Dios y de Jesús nuestro Señor.”
Mientras más conocimiento tengas de Jesús, ¡más gracia y paz de Dios van
a descansar en ti!
Pensamiento Del Día
Crece en tu revelación
de Jesús para que más de Su gracia y paz descansen en ti.
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