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domingo, 21 de junio de 2015

Mira A La Palabra, No A Los Hechos

Números 21:9
Y Moisés hizo una serpiente de bronce y la puso sobre el asta; y sucedía que cuando una serpiente mordía a alguno, y éste miraba a la serpiente de bronce, vivía.
“Pastor Prince, Yo se que Dios es mi sanador.  Pero ¿por qué esta enfermedad y este dolor están todavía en mi cuerpo?”  Si tú has estado viendo solo tu enfermedad y dolor todo este tiempo, para de verte a ti mismo y comienza a ver a Jesús.  ¿Llevó o no llevó Él sobre Sí Mismo tus enfermedades y dolores?
La Palabra de Dios declara: “Ciertamente Él llevó nuestras enfermedades, y cargó con nuestros dolores…” (Isaías 53:4).  Dado que Jesús ya llevó nuestras enfermedades y dolores en la cruz, Él ya no puede “no llevarlos”.  Incluso si tú hallas difícil de creer que Jesús ha pagado por tu sanidad, especialmente cuando el dolor es insoportable, la verdad es que incluso ese dolor ha sido pagado ya.  ¡Se trata de una obra terminada!
Dios no está diciendo que tu enfermedad no existe, tampoco te está pidiendo que pretendas que no está ahí.  Él te está pidiendo ver hacia otro lado, y no a la enfermedad, por doloroso que eso sea, y ver la verdad de que eso ya ha sido juzgado en la cruz, en el cuerpo de Su Hijo.
Una vez, mientras todavía estaban en el desierto, los hijos de Israel estaban siendo mordidos por serpientes venenosas.  Las serpientes eran reales.  Las mordeduras eran dolorosas y mortíferas.  Así que Dios le dijo a Moisés que apuntara a las personas hacia la serpiente de bronce colocada en un asta —una figura de la cruz (Juan 3:14).  El bronce significa juicio.  En otras palabras, la serpiente —su problema— ya había sido juzgada en la cruz.
Aquellos que mantuvieron sus ojos en la serpiente de bronce, vivieron.  Aquellos que se enfocaron en sus heridas, murieron.  Así que, para de ver solo tu enfermedad.  En vez de ello, mira a la cruz y mira tu enfermedad ya juzgada en el cuerpo de Jesús.  ¡Ciertamente, Él llevó tu enfermedad y cargó tus dolores!  Esa es la verdad de la Palabra de Dios.  Y Su Palabra reemplaza los hechos naturales.
Mi amigo, tu permites que los hechos naturales dirijan o establezcan las verdades de Dios sobre tu problema, al escoger en qué vas a enfocarte.  Así que, decide hoy no enfocarte en los hechos concernientes a tu problema.  Sino establece la verdad de la Palabra de Dios y la obra terminada de Cristo sobre tu problema —¡y vive!
Pensamiento Del Día

La verdad de la Palabra de Dios reemplaza los hechos naturales.


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