La bendición del Señor es
la que enriquece, y El no añade tristeza con ella.
Proverbios
10:22
Dios no solo quiere que experimentes éxito en tu
vida. Él quiere que experimentes buen éxito. ¿Existe acaso el “mal éxito”?
Si, existe,
y estoy seguro que lo has visto por ti mismo.
Hay personas que tienen mucho dinero, pero sus vidas están llenas de cicatrices
causadas por un matrimonio roto tras otro.
Hay también personas que están tan ocupadas con sus carreras
profesionales, que ya no tienen tiempo para llevar a sus hijos a la cama, ni
para pasar tiempo de calidad con ellos.
Tener éxito en público, pero fracaso en privado, ¡no es buen éxito en absoluto!
El
buen éxito viene del Señor. Es éxito que no tiene tristeza o dolor
añadidos. Así que, depende de que el favor inmerecido de Jesús
te lleve al lugar de buen éxito. No
digas: “¡Yo lo haré a mi manera!” Déjalo
a Él hacerlo. Déjalo abrir las puertas correctas y cerrar las incorrectas. Déjalo
ponerte en el lugar correcto en el tiempo correcto. Mantén
tus ojos en Él y no en las cosas que tienes o deseas. Esto te mantendrá caminando en la clase de
éxito que verdaderamente te bendice y
te hace una bendición para otros.
Viendo a través de los ojos de la fe,
Joseph
Prince
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