Yo soy la vid, vosotros los sarmientos;
el que permanece en Mí y Yo en él, ése da mucho fruto, porque separados de Mí
nada podéis hacer.
Juan
15:5
En más de dos décadas de ministerio, he aprendido
esto del Señor: Sin Él, nosotros no podemos.
Sin nosotros, Él no lo hará. Lo
que esto significa simplemente es que necesitamos reconocer el hecho de que, sin depender de Jesús no puede haber éxito
verdadero, duradero y perdurable –sin Él, nosotros no podemos. Los
creyentes que desean experimentar Su éxito necesitan reconocer esta verdad y
empezar a depender de Jesús y solamente
de Jesús.
Entonces, ¿qué quiero decir cuando digo: “Sin
nosotros, Él no lo hará”? Bueno, Jesús
es un caballero. Él no forzará que Su
favor inmerecido y Su éxito bajen por tu garganta. Él necesita que tú le permitas trabajar en tu vida. Él espera pacientemente que confíes en Él. Él espera
pacientemente que dependas de Su favor
inmerecido.
Amado, el favor inmerecido de Dios está siempre fluyendo hacia nosotros y Jesús está esperando por nosotros, para
llegar hasta lo más profundo. Él
está esperando que dejes de luchar por tus propios medios para lograr de alguna
manera “merecer” Su favor, y que sólo
dependas de Él. Así que, en las
áreas en las que todavía estás dependiendo de tus propios esfuerzos para tener
éxito, comienza a descansar en el favor
inmerecido de Jesús, ¡y comienza a experimentar Su presencia y Su gloria
manifiestas sobre todo lo que tocas!
Viendo a través de los ojos de la fe,
Joseph Prince
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