Porque así como por la desobediencia
de un hombre los muchos fueron constituidos pecadores, así también por la
obediencia de Uno, los muchos serán constituidos justos.
Romanos
5:19
Toma tiempo este día para meditar en cómo has sido hecho justo para siempre por medio
de la obediencia de Cristo.
Dado que tu justificación por medio del Señor no se
basa en lo que tú has hecho, sino en lo
que Él ha hecho en el Calvario, tú no
puedes perder esta justicia a través de lo que hagas o no hagas. Y debido a que tú eres justo, la sanidad y provisión –bendiciones que pertenecen
al justo– ¡te pertenecen a ti!
Cuando comprendes que no puedes ganarte esta justificación, comprendes que tus fallas no pueden provocar que pierdas esta
justificación, y por consiguiente tu
derecho a la sanidad y provisión de Dios.
Amado, tú
eres justo para siempre debido a la obediencia de Jesús (no tu propia
obediencia), y Su obra terminada. Por
medio de Su sacrificio perfecto, ¡Él te ha calificado para sanidad, plenitud,
buen éxito y larga vida!
Viendo a través de los ojos de la fe,
Joseph
Prince
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