Deléitate asimismo en Jehová, y Él te
concederá las peticiones de tu corazón.
Salmos
37:4
Muchas personas tienen deudas financieras el día de
hoy, debido a que están tratando de encontrar su seguridad, su identidad
y su estima en las cosas materiales,
en lugar de buscarlas en Cristo. Así que, ¡terminan comprando cosas que no
necesitan para impresionar a personas a quienes no les importa!
Esta forma de pensar errónea dirige a las personas
a un hábito destructivo en el que gastan más allá de sus posibilidades, y
resultan haciendo solo pagos parciales en sus cuentas mensuales de tarjetas de
crédito, se extralimitan con hipotecas que no pueden costear y préstamos para
carros que no pueden mantener. Entonces,
terminan preguntándole a Dios ¿por qué no reciben provisión para sus deudas?
Amado, ser cautivo en este hábito destructivo y en
el ciclo de la deuda, no es el deseo
de Dios para Sus preciosos hijos.
Comprendamos que tener más cosas no nos satisface. Solo
Jesús puede llenar ese vacío. Así
que, encuentra tu seguridad y
satisfacción en Cristo. Tú tienes un tesoro en ti, uno mucho
más precioso que lo que el dinero pueda comprar. Ancla
tu seguridad y tu identidad en Jesús, ¡y deléitate asimismo solamente en Él!
Viendo a través de los ojos de la fe,
Joseph
Prince
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