Inspiración de Gracia
“Y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres.” (Juan 8:32)
Considere los fríos y duros hechos que estas
tres personas enfrentaron: La tía de una dama de nuestra iglesia vio su
radiografía que mostraba que uno de sus dos riñones estaba canceroso. Una pareja de nuestra iglesia leyó sus reportes
médicos que decían que ellos nunca podrían tener un hijo. Una mujer de nuestra iglesia que actuó como
garante terminó teniendo que pagar a una compañía financiera la suma de S$34
millones.
Cuando tales
situaciones nos golpean y nosotros permitimos que los hechos se asienten en
nuestros corazones, terminamos sintiéndonos muy preocupados. Pero
cuando permitimos que las verdades de la Palabra de Dios lo calmen todo, vamos
a sentir que el Espíritu Santo da testimonio de las verdades que estamos
creyendo. Él es el Espíritu de verdad. (Ver Juan 16:13) Él no es el Espíritu de los hechos y no da
testimonio de los hechos.
Puede ser un hecho que
tú estés enfermo. Los doctores dicen que
estás enfermo. Las radiografías muestran
que estás enfermo. ¡Pero la Palabra de Dios dice que por las llagas de Jesús tú fuiste sanado!
(Ver Isaías 53: 5) Y esta es la verdad
sobre tu situación. ¿Cuál es la
diferencia entre hecho y verdad? Los hechos cambian, ¡pero la verdad —la
Palabra de Dios— permanece!
Cuando el pueblo de Dios elige desafiar los
hechos y caminar en la verdad de Dios con respecto a sus situaciones, el
Espíritu Santo en ellos dará testimonio de las verdades en las que están
creyendo.
La mujer con el riñón
canceroso se sometió a una operación para extraer su órgano enfermo. Pero alabado sea Dios, ¡ella recibió una restitución sobrenatural ya que las radiografías posteriores
mostraron dos riñones sanos en lugar de uno! ¡Dios había formado un nuevo riñón para ella!
La pareja sin hijos recibió su milagro de alegría después
de siete años. ¡Hoy ellos son los
orgullosos padres no de uno, sino de cuatro hijos!
La miembro de nuestra
iglesia con la deuda de S$34 millones le dijo a la compañía financiera que eso no
era justo para ella y que Dios la protegería. ¡La gerencia de la compañía milagrosamente decidió cancelar su deuda!
La próxima vez que seas golpeado por hechos
inquietantes, deja que la Palabra de Dios asiente en tu corazón y en tu mente
la verdad sobre tu situación. Y a medida
que el Espíritu Santo testifique sobre las verdades que estás creyendo, ¡los
hechos van a cambiar y tú recibirás tu milagro!
Viendo a través de los
ojos de la fe,
Joseph Prince
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