Inspiración de Gracia
Porque decía: “Si tan solo toco Sus ropas, sanaré”. Al
instante la fuente de su sangre se secó, y sintió en su cuerpo que estaba
curada de su aflicción. (Marcos 5:28-29)
Has escuchado a la gente del mundo decir: “Creeré
cuando lo vea”. En general, así es como el
mundo piensa. Pero los caminos de Dios
no son como los caminos del mundo. El
mundo dice: “Si no puedo verlo o sentirlo, no puedo creer que el milagro está
aquí.” Dios dice: “Si lo crees antes de verlo
o sentirlo, vas a ver tu milagro”.
Creer primero, antes de ver la evidencia de lo que estamos
creyendo, se llama fe. La fe es como una chispa y Jesús es el polvo de dinamita.
En la historia de sanidad
de la mujer con el problema del flujo de sangre, hubo muchas personas que
tocaron a Jesús (ver Marcos 5:31), pero a ellos no les pasó nada. Ellos no lo tocaron con fe. Pero cuando la mujer que había estado
sangrando durante 12 años vino a Él y lo tocó con fe, Él sintió que poder
abandonaba Su cuerpo (ver Marcos 5:30), ¡y ese poder provocó una explosión de sanidad en el cuerpo de la
mujer!
Escuchar acerca de cuán bueno, amable y
amoroso era Jesús, encendió su fe para creer que él podía curarla e iba a
curarla. Ella estaba tan convencida (incluso aunque la
condición de su cuerpo era aún evidente), que dijo: “Si tan solo toco Sus ropas, sanaré.” ¿Experimentó ella su sanidad antes de creer? No, ella
primero creyó en la bondad y el poder de Jesús, actuó con fe y solo entonces ella
sintió la sanidad en su cuerpo.
De la misma manera, Dios quiere que tú creas en Su bondad y
amor para ti. Él quiere que tú sepas cuán dispuesto está a actuar en tu nombre para
bendecirte y cómo, con Cristo, Él te dará libremente toda cosa buena. (Ver
Romanos 8:32)
Él quiere que tú
declares por fe que todo está y estará bien contigo, y que esperes ver eso
realmente. Luego, no importa cuánto
tiempo hayas tenido el problema, no importa cuán grave digan los expertos que
es, una explosión de sanidad y restauración sucederá, ¡y tú recibirás eso que estas creyendo!
Viendo a través de los
ojos de la fe,
Joseph Prince
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