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viernes, 10 de enero de 2020

Un Socio Dormido Que Se Beneficia


Inspiración de Gracia
Y sucedió que a la puesta del sol un profundo sueño cayó sobre Abram…  (Génesis 15:12)
En los negocios, los socios dormidos o socios silenciosos no funcionan, pero aun así se llevan a casa enormes ganancias.  Son como la esposa del campeón de boxeo.  Él ha sido gravemente golpeado para ganar el dinero del premio.  Pero cuando llega a casa, su esposa lo toma y le dice: “¡Muchas gracias, cariño!”
¿Sabías que en tu pacto con Dios, tú eres como la esposa del boxeador o el socio dormido?
Cuando Abraham le preguntó a Dios cómo sabría él con certeza que heredaría la tierra que Dios le había prometido, Dios hizo un pacto con él. (Ver Génesis 15:8–21)  Pero en lugar de cortar el pacto con Abraham caminando entre las piezas de los animales con él, Dios puso a Abraham en un sueño profundo y en cambio cortó el pacto con Jesús.
Jesús, la luz del mundo, apareció como la columna de fuego y cortó el pacto con Dios el Padre que apareció como la columna de nube.  En otras palabras, Jesús tomó el lugar de Abraham.  Él era el Hombre perfecto representando a Abraham cuando cortó el pacto con Su Padre.
Al sustituir a Abraham con Jesús, Dios estaba brindando Su gracia porque si Abraham lo hubiera hecho, él también habría sido responsable de guardar el pacto.  Y Abraham, siendo un mero hombre, habría fracasado.  ¡Pero Dios el Hijo nunca puede fallar!  Por lo tanto, las bendiciones de Abraham estaban garantizadas porque no dependían de su comportamiento sino del comportamiento de Jesús.  Abraham era literalmente un socio dormido, un beneficiario del pacto.
Hoy, Dios también ha hecho un pacto contigo, llamado el nuevo pacto.  Y como Abraham, tú eres un socio dormido porque el nuevo pacto también fue cortado entre Dios el Padre y Dios el Hijo en el Calvario.  Tú eres simplemente un beneficiario del nuevo pacto.  Tú disfrutas de todos sus beneficios sin tener que trabajar para mantenerlo.  Jesús, tu representante, ya cumplió todas las condiciones en tu nombre.  Y debido a que Su obediencia es perfecta y Su obra está perfectamente terminada, ¡las bendiciones del pacto para ti están garantizadas!
Amigo, no queda nada para que tú hagas, pero está todo para que tú creas.  No intentes trabajar por tus bendiciones del pacto.  ¡Descansa en la obra terminada del Hijo y recíbelas por fe!
Viendo a través de los ojos de la fe,
Joseph Prince

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