Inspiración de Gracia
Y sucedió que a la puesta del sol un profundo sueño cayó
sobre Abram… (Génesis 15:12)
En los negocios, los socios dormidos o socios silenciosos
no funcionan, pero aun así se llevan a casa enormes ganancias. Son como la esposa del campeón de boxeo. Él ha sido gravemente golpeado para ganar el
dinero del premio. Pero cuando llega a
casa, su esposa lo toma y le dice: “¡Muchas gracias, cariño!”
¿Sabías que en tu
pacto con Dios, tú eres como la esposa del boxeador o el socio dormido?
Cuando Abraham le
preguntó a Dios cómo sabría él con certeza que heredaría la tierra que Dios le
había prometido, Dios hizo un pacto con él. (Ver Génesis 15:8–21) Pero en lugar de cortar el pacto con Abraham
caminando entre las piezas de los animales con él, Dios puso a Abraham en un
sueño profundo y en cambio cortó el
pacto con Jesús.
Jesús, la luz del
mundo, apareció como la columna de fuego y cortó el pacto con Dios el Padre que
apareció como la columna de nube. En
otras palabras, Jesús tomó el lugar de
Abraham. Él era el Hombre perfecto representando
a Abraham cuando cortó el pacto con Su Padre.
Al sustituir a Abraham
con Jesús, Dios estaba brindando Su gracia porque si Abraham lo hubiera hecho, él
también habría sido responsable de guardar el pacto. Y Abraham, siendo un mero hombre, habría
fracasado. ¡Pero Dios el Hijo nunca
puede fallar! Por lo tanto, las
bendiciones de Abraham estaban garantizadas porque no dependían de su comportamiento
sino del comportamiento de Jesús. Abraham era literalmente un socio dormido,
un beneficiario del pacto.
Hoy, Dios también ha hecho un pacto contigo,
llamado el nuevo pacto. Y como
Abraham, tú eres un socio dormido porque el nuevo pacto también fue cortado
entre Dios el Padre y Dios el Hijo en el Calvario. Tú eres simplemente un beneficiario del nuevo
pacto. Tú disfrutas de todos sus
beneficios sin tener que trabajar para mantenerlo. Jesús, tu representante, ya cumplió
todas las condiciones en tu nombre. Y debido a que Su obediencia es perfecta y
Su obra está perfectamente terminada, ¡las bendiciones del pacto para ti están
garantizadas!
Amigo, no queda nada para
que tú hagas, pero está todo para que tú creas. No intentes trabajar por tus bendiciones del
pacto. ¡Descansa en la obra terminada del Hijo y recíbelas por fe!
Viendo a través de los
ojos de la fe,
Joseph Prince
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