Juan 17:22
La gloria que Me diste les he dado, para que sean uno, así como nosotros somos
uno.
Cuando
Dios hizo al hombre, la Biblia dice que Dios lo coronó de gloria y honor (Salmo
8:5). La palabra “coronado” aquí
significa cercado o rodeado como un círculo glorioso. La gloria de Dios era, por lo tanto, la ropa
del hombre. En otras palabras, el ser completo
de Adán era gloriosamente radiante.
Cuando
el hombre pecó contra Dios, él perdió la gloria de Dios (Romanos 3:23). Pero cuando nació Jesucristo, la gloria de
Dios descendió (Lucas 2:9). Y muchos
años después, Jesús, antes de morir, dijo a Su Padre: “La gloria que Me diste les
he dado, para que sean uno, así como nosotros somos uno.”
Así
que, la gloria de Dios que el hombre perdió ha sido ahora restituida para él,
porque Jesús ha venido. Cuando Él murió
en la cruz, Él tomó nuestra vergüenza, nos dio Su justicia, y nos restituyó la
gloria de Dios.
Pero,
¿qué exactamente es la gloria de Dios? Doxa, la palabra griega usada aquí para “gloria,”
significa tener una buena opinión respecto a alguien, misma que resulta en
alabanza, honor y gloria. Esto significa
que, al restituir para nosotros Su gloria, Dios quiere que tengamos la convicción
de que somos dignos de ser elogiados, honorables y gloriosos, ¡debido a Su constante
buena opinión sobre nosotros!
Amado,
ya que la gloria de Dios está en ti, hay algo muy pesado sobre ti. La gente no sabe por qué, pero sus espíritus
se elevan cuando están en tu presencia. Hay
algo en ti que los impacta, incluso si sólo han estado contigo por un corto
tiempo. Cuando tú hablas, ellos escuchan
porque hay sustancia en lo que dices.
Además,
debido a que la gloria de Dios está en ti, tú puedes esperar que ésta toque
todos los aspectos de tu vida —tus finanzas, relaciones, trabajo y salud. Tu cuerpo, por ejemplo, se iluminará con salud
divina.
Así
que, mi amigo, ya que Jesús ha venido y te ha restituido la gloria de Dios, se
consciente de la buena opinión constante que Dios tiene acerca de ti. Sabe que hay algo muy pesado sobre ti y levántate,
¡resplandece!
Pensamiento
Del Día
Cuando Jesús murió en la cruz, Él tomó nuestra
vergüenza, nos dio Su justicia, y nos restituyó la gloria de Dios.
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