Salmos 23:5
Tú preparas
mesa delante de mí en presencia de mis enemigos; has ungido mi cabeza con
aceite; mi copa está rebosando.
La
mesa está servida. El pan y el vino
están allí, y Jesús te dice: “Ven, hijo Mío, participa.” Pero tú le dices: “¡Señor, no soy digno!” Tienes miedo de participar de la mesa del
Señor tal vez porque te han enseñado que si tomas de ella en tu estado “indigno,”
te encontrarás bajo el ardiente juicio de Dios.
Mi
amigo, Jesús te ha lavado y te ha dejado más blanco que la nieve, y te ha autorizado
con Su propia sangre, ¡por lo que eres tan digno como digno se puede ser! La cosa más humilde que puedes hacer ahora es
reconocer Su sacrificio perfecto y aceptar Su invitación con alegría.
En 1ª Corintios
11, Pablo dice a la iglesia cómo participar de la Cena del Señor, para que ellos
no beban juicio para sí mismos. La
palabra “juicio” en los versículos 29 y 34 es krima en el texto griego original. Esto se refiere a una sentencia divina. Y en el contexto de este pasaje, la sentencia
divina se refiere a la enfermedad.
Pero, ¿cuando fue aprobada esta sentencia divina de enfermedad? Fue aprobada cuando Adán pecó
(Génesis 3:19). Cuando él pecó, la
muerte entró en el mundo (Génesis 2:17), y el hombre crecería viejo y débil, se
enfermaría y moriría.
Así
que no es que Dios esté pasando sentencias de enfermedad a las personas hoy en
día. ¿Cómo podría ser eso si Jesús dijo:
“Porque Dios no envió a Su Hijo al mundo para juzgar al mundo, sino para que el
mundo sea salvo por Él” (Juan 3:17)? Dios
no está en el negocio de la condenación sino en el de la salvación. Y la palabra griega que significa “salvado,” sozo, también significa preservar, sanar
y llevar a plenitud.
Dios
no quiere que sufras la sentencia divina de la enfermedad que ya está en el
mundo, por lo que Él te ha dado una vía de escape, pagado por la sangre de Su
Hijo. Él quiere que tú seas sano y tengas
plenitud, sin las enfermedades del mundo, y Él ha hecho esto posible para ti, a
través de la Comunión de la Santa Cena.
Así
que, no dejes que te roben esta gran bendición por más tiempo debido a
enseñanzas erróneas que han puesto temor en tu corazón. Acércate confiadamente a la mesa del Señor hoy
y recibe una porción fresca de Su salud, fuerza, plenitud y vida!
Pensamiento
Del Día
Dios quiere que tú seas sano y tengas plenitud sin las
enfermedades del mundo, y ha hecho esto posible para ti a través de la Comunión
de la Santa Cena.
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