Rut 3:18
Entonces Noemí dijo: Espera, hija mía, hasta que sepas cómo se
resolverá el asunto; porque el hombre no descansará hasta que lo haya
arreglado hoy.
Dios no
quiere que tú “sudes.” Y el término sudar
aquí no se refiere a la transpiración de tu cuerpo, sino a tu autonomía o esfuerzo
propio. Dios no quiere que tú creas que
si tú no haces nada, no va a suceder nada. Esto puede ser cierto para alguien que no
tiene a Dios en su vida, pero no es cierto para ti, porque tú tienes a Dios. Y cuando él está en la imagen, ¡el factor Dios
lo cambia todo!
Cuando
tú estás descansando en Dios, Él trabaja por ti. De hecho, cuando Él trabaja, tú terminas con más.
Él es el único que te está proveyendo. No se trata de ti intentando proveer para ti
mismo.
Esto
fue lo que pasó con Rut en el Antiguo Testamento. Después de trabajar en los campos de cebada desde
la mañana hasta la noche, ella fue capaz de recoger un efa de cebada (Rut
2:17), lo que equivale a la ración de 10 días de cebada. Ciertamente, esta cantidad fue una bendición
para ella.
Pero
cuando ella descansó a los pies de
Booz, su pariente redentor, y no trabajó, ¡recibió seis efas de cebada (Rut
3:15), que era el equivalente a la ración de 60 días! Cuando Rut buscó su propia bendición, obtuvo
sólo un efa. Pero cuando buscó a la
persona que da la bendición, recibió mucho más.
Las bendiciones
de Rut no terminaron allí. Mientras Rut descansó y se quedó quieta como su suegra Noemí le había instruido, Booz, que
era el dueño del campo de cebada, se fue a trabajar, iniciando acciones, ejecutándolas
y hablando a favor de Rut. Justo en
medio de todo, Rut se quedó quieta
y descansó. Con el tiempo, Booz, el hombre del campo de cebada,
desposó a Rut (Rut 4). Eso significaba
no más riqueza medida de seis efas, ¡sino la riqueza de la producción completa
del campo de cebada!
Booz
es una imagen de Jesús, nuestro divino pariente redentor. Cuando nosotros descansamos en el Señor, Él no
va a descansar. Él va a trabajar a favor
nuestro. ¿Entonces qué hacemos nosotros
mientras? Solamente confiamos en Él y
disfrutamos de Su amor por nosotros.
Amado,
dejar de luchar y quédate en reposo. Si
la salvación, la obra más grande, llega a nosotros por medio de descansar en la
obra terminada de Jesús, ¿cuánto más lo harán todas las otras bendiciones?
Pensamiento
Del Día
Si la salvación, la obra más grande, llega a
nuestras vidas simplemente porque nosotros descansamos en la obra terminada de
Jesús, ¿cuánto más lo harán todas las otras bendiciones?
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