Mateo 28:18-19
Y acercándose Jesús, les habló, diciendo: “Toda
autoridad me ha sido dada en el cielo y en la tierra. Id, pues...”
Cuando
Dios creó al hombre, Él le dio autoridad al hombre para tener dominio sobre
todo en la tierra (Génesis 1:26). Pero
cuando el hombre pecó, él dio esta autoridad a Satanás. Y cuando la autoridad del hombre fue transferida
a Satanás, Satanás trajo enfermedades, pobreza, conflictos, amargura, dolor, pérdida
y muerte. El desordenó todas las cosas
en la tierra para el hombre.
“Pastor
Prince, ¿por qué Dios no solo agarró al diablo por el cuello y lo lanzó fuera
del jardín?” Dios no hizo eso porque Él es
un Dios judicial. Fue un hombre quien
entregó su autoridad a Satanás. Así que,
tenía que ser un hombre quien legalmente la tomara de vuelta. Y Dios lo hizo por medio de un Hombre. ¡Su nombre es Jesús!
Por Su
muerte en la cruz, Jesús restauró justamente todo lo que el hombre había
perdido. Es por eso que, justo antes de
regresar al cielo, Él dijo: “Toda autoridad me ha sido dada en el cielo y en la
tierra. Id, pues...” Esas palabras nos
dicen que Él ha transferido Su autoridad a nosotros. La misma autoridad que Él tuvo sobre la
tormenta, los espíritus malignos, las enfermedades, las dolencias e incluso la
muerte, es ahora nuestra para ser usada.
Así
que cuando hay informes de una epidemia de gripe y de niños pequeños que caen
enfermos, en los medios de comunicación, debes saber que tú tienes dominio
sobre la epidemia. Declara: “Por la
autoridad que me ha sido dada en el nombre del Señor Jesucristo, este virus de gripe
no se acercará a mis hijos. Yo declaro
la sangre de Jesús sobre ellos.”
Si te
han dicho que tu familia tiene un historial de enfermedades del corazón, toma
dominio y declara: “Por la autoridad que se me ha dado en el nombre del Señor
Jesucristo, yo destruyo toda forma, manifestación y causa hereditaria de esta
enfermedad. Por Su sangre, mi familia ha
sido redimida de esta y de toda maldición.”
Mi
amigo, la autoridad que ha sido restaurada para nosotros, no es sólo la
autoridad en la tierra, que el hombre tenía antes de la caída, ¡sino la
autoridad incuestionable y completa de Jesús en el cielo y en la tierra!
Pensamiento
Del Día
La misma autoridad que Jesús tenía sobre la
tormenta, los espíritus malignos, las enfermedades, las dolencias e incluso la
muerte, es ahora nuestra para ser usada.
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