… El que siembra escasamente, también
segará escasamente; y el que siembra generosamente, generosamente también
segará. Cada uno dé como propuso en su corazón: no con tristeza, ni por
necesidad, porque Dios ama al dador alegre. Y poderoso es Dios para hacer
que abunde en vosotros toda gracia, a fin de que, teniendo siempre en todas las
cosas todo lo suficiente, abundéis para toda buena obra… Y el que da
semilla al que siembra, y pan al que come, proveerá y multiplicará vuestra
sementera, y aumentará los frutos de vuestra justicia.
2
Corintios 9:6-10
Los recursos
con los que Dios te bendice incluyen alimento y semilla para ti. Así que,
no consumas todo lo que tienes, como alimento.
Ten sabiduría para sembrar las
semillas que te proporcionarán el alimento para el futuro y más semillas para
volver a sembrar.
La Biblia nos dice claramente que “el que siembra escasamente, también
cosechará escasamente, y el que siembra generosamente, generosamente también
cosechará.” La Palabra de Dios nos
anima a dar intencionadamente, “no con tristeza, ni por necesidad, porque
Dios ama al dador alegre.” Ahora,
mira la promesa de provisión que Dios da cuando se siembra generosamente: “Dios puede hacer que TODA GRACIA ABUNDE
para vosotros, para que, teniendo siempre todo lo suficiente en todas las
cosas, abundéis para toda buena obra”.
Amado, la clave para experimentar la promesa de
provisión de Dios puede atribuirse a la
forma en que la persona siembra la semilla que recibe. Cuando tu semilla es sembrada, ¡Dios
promete que Él multiplicará la semilla
que has sembrado y aumentará los frutos de tu justicia! (Esto es, que Él hará que tú tengas cada
vez más, para que puedas bendecir a
otros.)
Viendo a través de los ojos de la fe,
Joseph Prince
No hay comentarios:
Publicar un comentario