Pedro, volviéndose, vio
que les seguía el discípulo a quien Jesús amaba, el que en la cena se
había recostado sobre el pecho de Jesús…
Juan
21:20
En el Evangelio de Juan,
encuentras a Juan refiriéndose a sí mismo como “el discípulo a quien Jesús amaba,”
muchas veces. ¿Por qué hacía él
eso? ¿Acaso Jesús lo amaba a él más que
al resto?
Mi amigo, Juan
simplemente estaba practicando y personalizando
el amor que Jesús tenía por él.
Nosotros somos todos favoritos de
Dios, pero Juan sabía el secreto de acceder al favor inmerecido de Jesús
por sí mismo. ¡Es tu privilegio el verte a ti mismo como el discípulo a quien Jesús
ama, y llamarte así a ti mismo!
Mientras permanezcas recordándote a ti mismo que tú eres el discípulo a quien Jesús ama,
crecerás en la consciencia del amor de
Dios por ti. Y mientras más te haces
consciente de Su amor por ti, más
encontrarás que tus temores se disipan.
¿Por qué? Porque Su perfecto amor hecha fuera todo temor. (1 Juan 4:18) Y además de vivir libre de temor, ¡también
empezarás a experimentar una medida creciente de Sus favores gratuitos!
Viendo a través de los
ojos de la fe,
Joseph Prince
No hay comentarios:
Publicar un comentario