… el Hijo del Hombre no vino para ser
servido, sino para servir…
Marcos
10:45
Hoy quiero compartir un pequeño secreto
contigo. Jesús dijo de Sí mismo: “... el
Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir...” Jesucristo, el Hijo de Dios, no vino para ser
servido, sino para servir. Mi amigo,
cuando Dios visita tu casa, Él no viene
para que tú le des a Él. Él viene para
que tú tomes de Él. Este es un
pequeño secreto de intimidad con Dios.
Jesús en Su
inagotables provisión y plenitud divina, está aquí para que tú puedas tomar de
Él. Así que, toma de Él, el milagro para tu
cuerpo. Toma de Él, la sabiduría para tu confusión. Toma
de Él, la paz para guardar tu corazón y tu mente del estrés de la vida
moderna. Él viene a ti en toda Su plenitud, lleno de amor y fortaleza para que
tú puedas tomarlos.
¿Por qué crees tú que el Señor se refirió a Sí
mismo como el pan de vida? ¿Para qué es el pan? ¿Será para ser admirado? ¿Acaso alguien toma pan y dice: “No notas las
diferentes tonalidades de color marrón en el pan?” Tú puedes hablar todo lo que quieras acerca
de las glorias del pan, pero mientras no te alimente de este, ¡este no puede
nutrirte, ni fortalecerte!
Así como el pan es para ser comido, Jesús quiere que tú participes de Su amor y
Su gracia. Así que, toma de Él. Toma de Su poder. Toma de Su amor. Toma de Su gloria. Consúmelo de Él. A Él le encanta cuando sus hijos toman de Él,
dependen de Él, ¡y por lo tanto experimentan grandes éxitos!
Viendo a través de los ojos de la fe,
Joseph
Prince
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