… todos pecaron, y están destituidos
de la gloria de Dios, siendo justificados gratuitamente por Su gracia, mediante
la redención que es en Cristo Jesús.
Romanos
3:23-24
Dios no nos justifica y bendice por fundamentos de
piedad o misericordia. Él lo hizo por un fundamento mucho mayor –el fundamento
de indiscutible gracia y justicia. Él
entregó a Su Hijo, Jesucristo. En la cruz, Dios a Él que no conoció pecado,
por nosotros lo hizo pecado, para que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios
Él. (2 Corintios 5:21) Dios juzgó a Jesús, castigándolo a Él con
nuestros castigos, enfermedades y maldiciones. Jesús llevó todo sobre Sí Mismo
y lo sufrió todo en Su persona, y exclamó: “¡Consumado es!” (Juan 19:30)
Jesús pagó
el precio más alto, para que Dios pudiera legalmente y justamente perdonarnos,
justificarnos y bendecirnos. Hoy, si el enemigo te susurra: “Te mereces
estar en este problema a causa de lo que hiciste el año pasado,” tú con audacia
puedes declarar: “En la cruz, Jesús tomó
todo lo malo que yo merecía, y me dio Su justicia y Sus bendiciones. ¡A causa de lo que Él hizo por mí, mis pecados
son perdonados, yo soy justificado, y por Su sangre tengo derecho de sanidad,
salud, plenitud, provisión y éxito!”
Amado, si Jesús sufrió y murió para que tú tengas
todas las bendiciones de Dios, ¡cree en
Su obra terminada y echa mano de estas bendiciones! Cree y declara sobre ti: “Yo soy perdonado, justificado, sanado y abundantemente bendecido en
base al fundamento sólido de la gracia y justicia de Dios.”
Viendo a través de los
ojos de la fe,
Joseph
Prince
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