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martes, 25 de enero de 2022

Transformado Desde Tu Interior

 Inspiración De Gracia


Por consiguiente, no hay ahora condenación para los que están en Cristo Jesús… porque la ley del Espíritu de vida en Cristo Jesús te ha libertado de la ley del pecado y de la muerte.  Romanos 8:1-2

Hoy, veamos la palabra griega para arrepentimiento —metanoia.  Meta significa “cambio”, mientras que noia proviene de la palabra nous, que significa “mente”.  Así que metanoia o arrepentimiento significa “un cambio de mentalidad”.

¿Por qué es importante cambiar de mentalidad?  Simplemente porque creer correctamente siempre conduce a vivir correctamente.

Cuando tú crees correctamente en la gracia de Dios, en tu justicia en Cristo y en cómo estás llamado a vivir apartado para santidad, ¡todo cambia!  Su amor te toca en lo más profundo de tu corazón y comienzas a experimentar la transformación de adentro hacia afuera.

Esa es la revolución de la gracia en acción.  Tú comienzas a vivir por encima de la derrota y a experimentar libertades duraderas porque el poder para luchar contra cualquier tentación no proviene de afuera, sino de tu interior.  Este no depende de tu fuerza de voluntad; depende del poder del Espíritu Santo que vive poderosa y activamente en ti, dando testimonio de las verdades del evangelio en las que crees.

Este precioso testimonio que recibí de Robert confirma este punto de una manera conmovedora:

Soy un pastor en Carolina del Norte que estaba predicando sobre vivir correctamente y trataba de vivir de manera correcta, y hacer cada vez más para servir a Jesús.  Pero también tuve una lucha de quince años con la adicción a masticar tabaco.  Yo incluso me paré en el púlpito un domingo y confesé mi adicción.  Levanté una lata de tabaco y dije que yo, como David hizo con Goliat, le cortaría la cabeza y se la daría de comer a los pájaros.

Lleno de remordimiento, le dije a la gente que había decidido dejar la adicción y muchos vinieron al altar ese día para deshacerse de sus adicciones también.  Sin embargo, en una semana yo volví a la mía y sentía una gran condenación.  Luché y luché, renuncié y renuncié, una y otra vez.

Eventualmente, un amigo me dio algunos de los materiales didácticos del pastor Prince.  Yo estaba asombrado por lo que estaba escuchando y leyendo, porque nunca había escuchado el evangelio predicado de esta manera.  Sabía que era verdad y esta comenzó a liberarme.  Escuché al pastor Prince predicar un mensaje en el que decía que la solución era dejar de intentar ganar por mi cuenta y confesarle al Señor: “Señor, yo no puedo, pero Tú sí puedes”.

Este se convirtió en mi lema y yo dejé de intentar dejar el tabaco.  Ya no me sentía enterrado bajo la culpa y la condenación.  Creí y confesé que a pesar de que estaba luchando con este hábito del tabaco, Dios todavía me amaba completamente y que la obra terminada de Jesús servía para mí.

Ahora, yo puedo testificar que he estado libre del tabaco durante más de un año.  Cada vez que un impulso surge, le digo al Señor que yo conozco Su gracia y que lo que Él tiene para mí es mucho mejor que el tabaco y el impulso se va.

¡Alabado sea el Señor!  Este mensaje del favor inmerecido de Dios ha cambiado mi vida y ministerio.  ¡Yo ahora estoy predicando y enseñando la gracia cada vez que subo al púlpito!  Gracias sean a Dios y gracias, Pastor Prince.

Querido lector, no importa cuánto tiempo hayas luchado con un mal hábito, quiero que sepas que nunca es demasiado tarde para invitar a nuestro Señor Jesús y Su gracia a tu situación.  Nunca es demasiado tarde para volver a Su gracia, el único poder que puede darte una transformación permanente desde tu interior.

Viendo a través de los ojos de la fe,

Joseph Prince

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