Inspiración De Gracia
Y
Faraón dijo a José: “Puesto que Dios te ha hecho saber todo esto, no hay nadie
tan prudente ni tan sabio como tú. Tú estarás sobre mi casa, y todo mi pueblo
obedecerá tus órdenes; solamente en el trono yo seré mayor que tú. Génesis 41:39-40
En Génesis 39:3–4, vemos cómo cuando
Potifar vio que el Señor estaba con José y que todo lo que él tocaba
prosperaba, Potifar inmediatamente promovió a José, y lo puso a cargo de todos
los asuntos de su casa. De manera
similar, cuando Faraón vio que el Espíritu de Dios estaba en José y que no
había nadie tan sabio y prudente como José, el Faraón lo puso a cargo de todo
Egipto. (Gén. 41:38–41)
Amigo, quiero que notes esto: José sabía que Dios era la fuente de su sabiduría. Cuando el Faraón le dijo: “‘He tenido un sueño y no hay quien lo interprete; y he oído decir de
ti, que oyes un sueño y lo puedes interpretar.’ José respondió a Faraón: ‘No
está en mí; Dios dará a Faraón una respuesta favorable.’” (Génesis
41:15-16)
José sabía que su sabiduría era el resultado del favor
inmerecido del Señor y no se atribuiría ningún mérito por ello. Claramente, este era un hombre que entendía la
gracia y se le podía confiar el aumento, la promoción y más éxito bueno.
Observa la sabiduría de José en acción. José no solo interpretó el sueño de Faraón. Él continuó aconsejando al faraón sobre cómo
aprovechar los siete años de abundancia para prepararse para los siete años de
hambruna que fueron revelados en su sueño. ¿Notaste cómo el sabio consejo de José lo
llevó a la creación de una posición de influencia para sí mismo?
Así es como opera la sabiduría del Señor. Proverbios 18:16 (JBS) dice: “El don del hombre le ensancha el camino, y
le lleva delante de los grandes.” José
sabía que su sabiduría era un don del Señor. Él sabía que él no se lo había ganado y que
este fluía del inmerecido favor del Señor hacia él.
Los caminos del Señor son asombrosos. Mira el alcance de la promoción de José en
Génesis 41. En el espacio de menos de
una hora, él pasó de ser un humilde prisionero al cargo más alto posible en
todo Egipto. ¡Ese, amigo, es el favor
inmerecido de Dios! ¡Sin estar luchando,
sin sus propios esfuerzos, sin comprometerse y sin manipulación, solo la gracia
pura y la gracia por sí sola hicieron toda la diferencia en la vida de José!
Recuerda que cuando el Señor está contigo, tú eres una
persona exitosa. Puede que ahora sientas
como que estás en una prisión, atrapado en una situación sin esperanza,
abandonado y olvidado como estaba José, ¡pero
la historia aún no ha terminado! La
promoción del Señor está a la vuelta de la esquina. Sea cual sea la situación en la que te
encuentres ahora mismo, no te rindas.
Si te encuentras atrapado en una situación en la que no
sabes qué hacer, es hora de humillarte y pedirle sabiduría al Señor. La Biblia dice: “Si alguno de vosotros se ve falto de sabiduría, que la pida a Dios, el
cual da a todos abundantemente y sin reproche, y le será dada.” (Santiago
1:5)
Pedir sabiduría al Señor es decir: “Yo no puedo, Señor,
pero Tú puedes. Renuncio a mis esfuerzos
propios y dependo completamente de Tu favor inmerecido y Tu sabiduría.” A medida que recibas Su sabiduría, las
riquezas y el honor, así como la larga vida, te seguirán. (Ver Prov. 3:16) ¡Corre hacia Él ahora mismo!
Viendo a través de los ojos de la fe,
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