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viernes, 14 de enero de 2022

Acércate Confiadamente A La Presencia De Jesús

 Inspiración De Gracia


En aquel día levantaré el tabernáculo caído de David, repararé sus brechas, levantaré sus ruinas, y lo reedificaré como en tiempo pasado.  Amós 9:11

El pasaje profético anterior habla sobre nuestro tiempo.  La característica interesante del tabernáculo de David en contraste con el tabernáculo de Moisés es que éste no tenía un velo que separara al hombre de Dios.  David podía ir directamente a adorar al Señor ante el arca del pacto.

Cuando nuestro Señor Jesús murió en la cruz y clamó: “¡Consumado es!” (Juan 19:30), la Biblia nos dice que en ese preciso momento “el velo del templo se rasgó en dos, de arriba abajo” (Mateo 27:51), ¡abriendo el camino al Lugar Santísimo!  Por medio  de Cristo, ya no hay separación entre Dios y el hombre.  Todo aquel que cree en Jesús no perecerá jamás.  ¡Aleluya!

 

Tabernáculo de David: David y 

los sacerdotes podían alabar a Dios abiertamente

ante el arca del pacto.

 

¿No es maravilloso saber que cuando tú estás en Cristo, todos tus pecados son perdonados, y que puedes acercarte confiadamente a Su trono de gracia para adorarlo?  Dios ha levantado el tabernáculo de David con una nueva generación de adoradores que no tienen miedo de Dios y no tienen miedo de acercarse a Él y recibir Su promesa de protección divina.  Ninguno de nosotros podrá jamás hacer lo suficiente para merecer la protección de Dios, pero alabado sea Dios, ¡todos hemos sido calificados por la sangre de Jesucristo!

En la noche de la primera Pascua, cuando los hijos de Israel aplicaron la sangre de un cordero inocente en los dinteles de sus puertas, Dios les dijo: “Y la sangre os será por señal en las casas donde estéis; y cuando Yo vea la sangre pasaré sobre vosotros, y ninguna plaga vendrá sobre vosotros para destruiros cuando Yo hiera la tierra de Egipto.” (Éxodo 12:13)  Jesús se convirtió en ese cordero inocente que fue sacrificado por nosotros cuando Él derramó Su sangre y murió en la cruz.

Hoy, como creyentes en Cristo, Su sangre nos protege.  Estoy creyendo contigo que todo mal, toda destrucción y todo peligro pasarán sobre ti y no se acercarán ni ti ni a tu familia.  Acerquémonos confiadamente a adorar a nuestro Señor en el tabernáculo de David donde no hay velo.  Acércate confiadamente bajo Sus alas y adora al Señor diariamente con la Oración de Protección.  Su preciosa sangre ha sido derramada en el propiciatorio para nuestra total redención, protección y salvación.

El Salmo 91 fue escrito para la adoración.  Acércate confiadamente a la presencia de nuestro Señor todos los días y ora la Oración de Protección.  No hay velo, ni fracaso, ni vergüenza que te separe de Dios hoy debido a la obra terminada de nuestro Señor en el Calvario.  ¡Ven ante tu Padre celestial, adóralo y recibe Su protección para ti y toda tu casa!

Viendo a través de los ojos de la fe,

Joseph Prince

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