Medite En
Pero viendo
la fuerza del viento tuvo miedo, y empezando a hundirse gritó, diciendo:
¡Señor, sálvame!
Mateo 14:30
Pedro
salió del barco y caminó sobre el agua a la orden del Señor. Pero cuando sintió los fuertes vientos, entró
en pánico, empezó a hundirse y gritó: “¡Señor, sálvame!” Inmediatamente, el Señor extendió Su mano y lo salvó.
Permítame
preguntarle esto: ¿Si los vientos no hubieran sido fuertes esa noche, habría
sido Pedro capaz de caminar sobre el agua?
¡Por supuesto que no! La hazaña
de Pedro no tenía nada que ver con la fuerza de los vientos o las olas. Esta tenía que ver totalmente con Jesús. Mientras tuviera fijos Sus ojos en Jesús, Pedro era
capaz de hacer lo que veía al Señor haciendo.
De la
misma forma, mi amigo, cuando los fuertes vientos de síntomas dolorosos o malos
diagnósticos médicos gritan por su atención, recuerde que recibir su sanidad no
tiene nada que ver con lo malo que estos sean.
Esta tiene que ver totalmente con que Cristo ya ha pagado el precio por
su sanidad y su salud. Tiene que ver
totalmente con cómo Él está ahora, por encima de toda enfermedad que pueda afectar
su cuerpo. Así que mantenga sus ojos en
Jesús y camine en Su fuerza, Su sanidad y Su vida!
Lo mismo
puede decirse sobre recibir provisión del Señor. ¿Dependerá esto realmente de cuan bien pueda
estar la economía? Así que, ¿por qué
prestar atención a los malos reportes financieros y preocuparse por ello? Mantenga sus ojos en Jesús y camine dentro de
Su provisión abundante!
Mi amigo,
no permita que los vientos de tormenta y las olas de sus problemas le
distraigan. Estos no tienen nada que ver
con que usted camine victoriosamente sobre sus circunstancias o no. Solo mantenga sus ojos en Jesús –y reciba su
milagro!
Bendiciones,
Joseph Prince
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