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viernes, 20 de diciembre de 2013

Reposadamente Productivo



Medite En

Venid a Mí, todos los que estáis cansados y cargados, y Yo os haré descansar. Tomad Mi yugo sobre vosotros y aprended de Mí, que soy manso y humilde de corazón, y hallareis descanso para vuestras almas. Porque Mi yugo es fácil y Mi carga ligera.
Mateo 11:28-30


Cuando lees acerca de Jesús en los Evangelios, vas a encontrar que Él era muy activo.  Él predicaba, enseñaba, sanaba a los enfermos, levantaba a los muertos, echaba fuera demonios y lidiaba sabiamente con los astutos fariseos.  Sin embargo, aun haciendo todas estas cosas, Jesús siempre andaba en reposo.  Él nunca estaba preocupado, estresado o desesperado.

Cuando Él y Sus discípulos estaban en un barco, en ruta hacia el país de los gadarenos, una fuerte tormenta se levantó.  Los discípulos entraron en pánico, creyendo que el barco iba a hundirlos a todos en una sepultura de agua.  Pero ¿qué estaba haciendo Jesús?  ¡Él estaba profundamente dormido! El viento impetuoso, el azote violento de las olas y el mover del barco no lo despertaron –solamente el clamor de Sus discípulos lo hizo.  ¿Qué hizo Él luego?  Él reprendió a la tormenta y trajo perfecta paz!

Cuando llegaron a su destino, un feroz muchacho, seriamente poseído por demonios, salió de entre los sepulcros y se encontró con Jesús.  Sus discípulos, que estaban con Él en el barco, de repente ya no estaban cerca de Él.  Pero Jesús, relajado como siempre, se mantuvo firme y con una palabra –“Id”– mandó a los demonios fuera (Mateo 8:32).  Él trajo paz al muchacho, restauró una mente sana en Él y le dio plenitud. 

Mi amigo, este Jesús, que anda en reposo y aun así es muy efectivo, vive en ti.  Míralo a Él y sé unido en yugo a Él.  Pídele que te dirija y te guíe cada día.  Fluye con Él y vas a encontrar un descanso interior y una paz que te dará la capacidad de ser efectivo y fructífero en donde quiera que estés!

Bendiciones,
Joseph Prince


Mateo 8:32  Entonces El les dijo: ¡Id! Y ellos salieron y entraron en los cerdos; y he aquí que la piara entera se precipitó por un despeñadero al mar, y perecieron en las aguas.


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